El ITM roza la empleabilidad total en los grados industriales

A.B.
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El 95% de los alumnos de mecanizado y el 98% de los de mantenimiento tienen trabajo al finalizar sus estudios. El Instituto Técnico Industrial de Miranda imparte «los contenidos que necesitan las empresas»

Imagen de archivo del CTME, uno de los referentes tecnológicos e industriales de la economía mirandesa. - Foto: A.B.

Los estudios componen el primer paso para que la juventud pueda introducirse en el mercado laboral. Sin embargo, no siempre resultan eficaces, al menos, en el corto plazo. Ahora bien, la formación profesional se alza como un mecanismo que garantiza ese salto desde el aula al centro de trabajo. Al menos, así lo demuestran los altos índices de empleabilidad que tiene el Instituto Técnico Industrial de Miranda (ITM). Dos de sus familias profesionales, mecanizado y mantenimiento, rozan el 100% de alumnos que encuentran un puesto para empezar a cotizar.

De forma concreta, los grados del ITM que se enmarcan en la familia de mecanizado tienen una empleabilidad del 95% y los de mantenimiento, del 98%. Eso sí, las buenas estadísticas no solo se relacionan con el ámbito industrial. En este instituto de formación profesional los cursos del mundo de la hostelería han tenido este año un 92% de estudiantes que encuentran trabajo. Incluso los ámbitos con una tasa más 'baja' logran superar el 70% en ese índice. Dentro de ese último grupo se encuentran tanto administración y gestión, como comercio y marketing.

Estos grandes resultados no son producto del mero azar. Según explica la directora del ITM,Sonia Ortiz, «lo que tiene la formación profesional es que es totalmente práctica, no solo es la teoría en el centro, y la conexión con la empresa empieza en el minuto uno del primer día en el primer curso, porque nosotros impartimos los contenidos y las prácticas que las empresas necesitan». A fin de diseñar un itinerario adecuado, los responsables de esta institución «previamente, nos reunimos con empresas del entorno, incluso las empresas vienen a dar charlas y explican lo que necesitan de cada uno de ellos», relata Ortiz.

La realidad actual se ha mantenido a lo largo de los últimos cursos y podría ser incluso mejor a nivel estadístico. «En hostelería tendríamos más del 100%, pero no es así porque hay alumnos que continúan sus estudios», explica la directora. «Las personas que no trabajan es porque de momento no quieren, porque van a hacer otros ciclos, van a ir a la facultad o quieren centrarse en otras opciones», apunta. Precisamente, Ortiz destaca que esa tónica se suele dar habitualmente «en los grados medios». «El alumno joven continúa sus estudios en el grado superior, porque quiere seguir formándose y en los grados superiores nos pasa que continúan sus estudios por la misma familia profesional», relata. «Por ejemplo, programación en fabricación mecánica, continúa con diseño en fabricación mecánica», argumenta.

Además, desde el ITM les ofrecen facilidades para que quien lo desee adquiera conocimientos también fuera de sus instalaciones. En este sentido, la responsable del centro apunta que «algunos van a la universidad y sabemos que, directamente, en la UBU tienen créditos convalidados».

Ahora bien, este instituto está en constante evolución para no solo mantener su oferta, sino mejorarla. Por eso, han ampliado su modelo de prácticas. «Este año todos los grados superiores van a tener formación dual a partir de enero», anuncia la directora. «Llegaremos a 12 alumnos, cuando el año pasado tuvimos 4. Es decir, vamos a triplicar las plazas», resume Ortiz, quien además recuerda que «tenemos también los Erasmus, que permiten hacer prácticas en países de la Unión Europea».