Los rendimientos de trabajo que declaran los burgaleses cada año a Hacienda prueban que la herida de la última crisis económica aún no está cerrada en la provincia. Perciben los salarios más elevados de los últimos 20 años: 20.867 euros de media anual en 2018 (último ejercicio fiscal analizado), un 2,7% más que en el precedente. Es la cifra más alta del conjunto de Castilla y León, está por encima de la media nacional (19.809 euros) y sitúa a la provincia entre las diez primeras de España en percepciones dinerarias de sus empleados. Sin embargo, el colapso económico vivido hace una década ha marcado un punto de inflexión: han desaparecido 12.000 asalariados del mercado laboral local y se han ido sumando 5.500 pensionistas a las cuentas del sistema público, que sigue descompensándose por el envejecimiento y la despoblación.
El análisis de los últimos veinte años de ejercicios económicos realizado por la Agencia Tributaria (AEAT), que se inicia en el ejercicio de 1999 y concluye en 2018, confirma a través de salarios y empleo que la economía burgalesa acumula cinco años de crecimiento sostenido en los rendimientos del trabajo, aunque el empuje generado en este último lustro no ha sido lo suficientemente intenso como para compensar el desplome vivido durante el periodo comprendido entre 2007 y 2012.
Prueba de ello son los desempleados, es decir, las personas distintas que a lo largo de un ejercicio han recibido alguna prestación por desempleo, según la definición de la AEAT. Son 27.991 en 2018, lo que corrobora seis años de descensos en el paro, aunque queda demostrado que es un tiempo y un ritmo insuficiente para alcanzar el suelo de los 22.000 parados que se registró en 2007, el año con más asalariados en la provincia (169.791).
Las cuentas de la AEAT reflejan que todavía queda mucho lastre de desempleo para limar el récord histórico de 2012, con 45.866 personas fuera del mercado laboral, una tarea que se puede ver lastrada en próximos ejercicios si la ralentización económica que actualmente se percibe se hace efectiva.
Castilla y León
Pese al descenso de los asalariados y el aumento de los pensionistas, Burgos mantiene un puesto de privilegio en el conjunto de Castilla y León. Si se toman los sueldos que se declaran en la provincia, estos están muy por encima del resto de provincias de Castilla y León, cuya horquilla salarial oscila entre los 20.867 euros de Burgos y los 16.735 de Zamora. En la parte alta también están Valladolid (20.689) y Soria (19.535), ambas por encima de la media regional.
Todos estos datos quedan, no obstante, muy alejados de los registros que se alcanzan en Madrid (25.904 euros/año) y en Barcelona (23.470), cabezas del ranking nacional, y también de los de las provincias vascas y Navarra, que no se incluyen en el histórico estadístico de la AEAT al disfrutar de su propia fiscalidad.
Sectores
Asimismo, hay que incidir en que es una media salarial y que el reparto por sectores económicos es muy desigual. Los mayores sueldos en Burgos se cobran en la industria extractiva y en las entidades financieras y aseguradoras, superando los 33.000 euros de media anual. Le sigue el sector industrial, con 27.389 euros/año, lo que supone la cifra más alta de España (sin contar con País Vasco y Navarra) y la columna vertebral básica del bienestar de muchas familias pues un ámbito en el que se enmarcan más de 30.500 asalariados en la provincia. Seguidamente está, según los datos tributarios, el ámbito de la comunicación y la información (25.422 euros) y los servicios sociales (23.153).
Los sueldos más bajos, por debajo de los 20.000 euros al año, se localizan en la construcción (19.912), el comercio y el transporte (19.407), los servicios a empresas (16.230) y otros servicios personales y de ocio (10.830).
Los rendimientos anuales de menor cuantía, apenas alcanzan los 8.400 euros, se sitúan en la agricultura, según la AEAT.