La borrasca Arwen llegaba durante la mañana del sábado a la provincia de Burgos dejando precipitaciones de nieve en comarcas del norte y en la capital, que se han intensificado durante la madrugada del domingo. Estas inclemencias meterológicas provocaron que más de un millar de camioneros tuviera que pasar la noche en los aparcamientos de Rubena y Miranda de Ebro.

Los efectivos de carreteras están despejando las vías más afectadas de la provincia para permitir la mejoría de la circulación y que el resto de vehículos, autobuses y particulares, continúen su viaje. Desde la Delegación del Gobierno en Castilla y León han explicado que desde primera hora de la mañana está en marcha un operativo de convoyes guiados por quitanieves para abrir camino en las vías de alta capacidad afectadas por la nevada (AP-1, BU-30 y A-73). Por su parte, la Dirección General de Tráfico mantiene cinco puertos de montaña cerrados al tráfico: La Mazorra, Bocos, La Sía, Lunada y Estacas de Trueba. 

Las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología  presentan precipitaciones persistentes en la zona norte de Burgos, donde se han registrado ya más de 10 litros por metro cuadrado, pero se afianza el desplazamiento de la masa inestable hacia el este, si bien, en las comunidades cantábricas continúan los avisos rojos, que siguen afectando a las zonas de montaña de León y Palencia. No obstante, la cota de nieve subirá en las próximas horas en la Cordillera Cantábrica e incluso la Ibérica de Soria, y se espera una mejoría de la situación a partir del mediodía del domingo que podría permitir suavizar las alertas y preemergencias.

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