Cuando la filosofía es más que una opción

B.G.R.
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Silvia Camarero Larumbe estudia cuarto de la ESO en el instituto Diego Porcelos y participará en la olimpiada nacional de esta materia después de haber ganado la fase autonómica

La joven burgalesa mira hacia Medicina como opción de estudios universitarios. - Foto: Alberto Rodrigo

A sus 15 años, Silvia Camarero Larumbe tiene un discurso claro. No deja lugar al silencio tras las preguntas y responde con la precisión de quien sabe lo que quiere. Cursa cuarto de la ESO en el instituto Diego Porcelos y desde el primer día tuvo claro la elección de una de sus optativas: Filosofía. Es de los pocos centros que la oferta, con solo 12 alumnos, pero quiso adentrarse en su aprendizaje en lugar de decantarse por una segunda lengua, tecnología o cultura clásica. Quizá fue la influencia familiar, que siempre «ha valorado la importancia de pensar», o la pasión por la lectura, pero lo cierto es que su experiencia no ha podido ser más positiva.

«Quería también tener un contacto con la asignatura antes de Bachillerato, que es obligatoria», explica esta joven, sin dejarse otros argumentos como el de «considerar importante el pensamiento crítico y la reflexión». En el taller de este año está recibiendo una visión genérica e histórica de la disciplina, más práctica que teórica, aunque ya se decanta por autores como Nietzsche porque «me hizo ver muchos aspectos, teniendo en cuenta que yo estudio Religión».

Quería tener un contacto con la asignatura antes de Bachillerato, cuando ya es obligatoria» 

Destaca la motivación de su profesora, que fue la que le animó a presentarse a la Olimpiada Filosófica de Castilla y León, siendo la única representante de Burgos. El certamen está dividido en cuatro categorías: fotografía, vídeo, ensayo y dilema moral. Al cursar la ESO, ya que está abierto también a estudiantes de Bachillerato, participó en esta última modalidad, que se celebró el pasado 1 de abril en la Universidad de Salamanca. 

Tuvo que argumentar por escrito, tanto a favor como en contra, sobre una determinada situación. En su caso fue el deseo de dos mujeres sordas de tener un hijo por fecundación in vitro con su misma discapacidad, si bien al final debía decantarse por una de los dos opciones y exponer su opinión. Después, defender su exposición ante un tribunal formado por tres profesores universitarios de Filosofía, que le fueron formulando preguntas sobre su trabajo. Tres alumnas superaron las pruebas y Silvia logró el primer premio, que, además de una buena colección de libros, la lleva directamente al concurso nacional que se celebrará online.

De todo lo vivido, esta estudiante del Diego Porcelos se queda primero con la experiencia de haber participado y después con la «emoción» de verse ganadora. Pero más allá del resultado de la competición y de la posibilidad de que pueda acudir a la internacional, se queda con el acierto de haber elegido Taller de Filosofía en su último curso de la ESO. Además de los conocimientos teóricos que está adquiriendo, destaca la importancia de «aprender a reflexionar, argumentar y sintetizar mis ideas», competencias que le están sirviendo para otras asignaturas.

Me está sirviendo para aprender a reflexionar, argumentar y poder sintetizar mis ideas»

Con esta base y una nota media en la ESO por encima de un 9,4, afronta con incertidumbre el Bachillerato en medio de un cambio de normativa y pensando ya en la EBAU porque necesita una nota de corte muy alta para entrar en la carrera deseada, ya sea Medicina o Bioética. «Me gustaría estudiar más de una cosa», reconoce. Aún quedan por delante dos años, en los que la Filosofía formará parte de estudios, ya que la Lomloe la ha considerado obligatoria también en segundo de esta etapa.

La Olimpiada Filosófica es un certamen organizado por una asociación formada por profesores de  Secundaria y docentes universitarios. La selección para acceder a la fase autonómica la realiza cada centro después de evaluar los trabajos de los aspirantes.