Recorte municipal en prevención de trastornos alimentarios

A.G.
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La concejala de Sanidad, Estrella Paredes, asegura que lo que se ha hecho ha sido una regulación porque la asociación que imparte los talleres estaba cobrando "de más". La asociación de familias de personas afectadas, Adefab, lo niega

El crecimientos de casos de trastornos alimentarios desde la pandemia está siendo exponencial. - Foto: Alberto Rodrigo

En pleno repunte de los casos de trastornos de la conducta alimentaria y cuando la asociación que en Burgos reúne a familias afectadas y profesionales, Adefab, está viendo cómo la demanda de consultas no para de crecer, este colectivo se ha dado de bruces con el hecho de que van a contar con menos subvención para una labor que consideran fundamental: la divulgación en colegios e institutos. Gracias a este trabajo de concienciación tanto para el alumnado como para los docentes se está extendiendo el conocimiento de estas enfermedades y, por tanto, la mayor capacidad para detectar los signos previos y, así, ponerles solución cuanto antes.

Desde hace más de quince años, Adefab participa en la iniciativa educativa del Ayuntamiento 'La ciudad también enseña' que busca complementar la formación que reciben los niños y jóvenes en las aulas. Así, desde las distintas áreas del Ayuntamiento -fundamentalmente Cultura, Servicios Sociales, Sanidad y Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana- se ofrecen actividades que trabajan contenidos relacionados con la historia, el arte, la creatividad, la naturaleza, la educación en valores, o la salud, entre otros.

Hasta 2018, Adefab impartía en los centros escolares un taller denominado 'Proyecto de prevención de los trastornos de la conducta alimentaria' que duraba tres horas. Entre sus objetivos estaban proporcionar un modelo estético corporal más adecuado frente al culto a la delgadez, aprender a aceptar las diferencias también en el caso de la imagen corporal y la figura; vivir la experiencia de los prejuicios frente a la gordura y desarrollar la capacidad crítica frente a ellos, concienciar de la necesidad de ser críticos frente a la publicidad y las influencias socioculturales, aumentar la aceptación de la propia imagen corporal, proporcionar conocimientos sobre nutrición y alimentación saludables, aprender los hábitos de alimentación correcta e informar sobre ideas erróneas en alimentación.

Siempre según la versión de Adefab, en aquel año y ante la voluntad del Ayuntamiento de eliminarlo "porque nos decían que otras entidades ya hablaban de alimentación y según ellos, nuestro taller sobraba a pesar de que en estos trastornos el problema no es la alimentación" acordaron cambiarlo de nombre y, así, asegurar su continuidad. Se llamó 'Taller de imagen corporal', denominación que mantiene en la actualidad.

La portavoz de la asociación y psicóloga experta en trastornos de la conducta alimentaria, M ª Mar Herrero, explicó que acaban de recibir la información por parte del Ayuntamiento de que el presupuesto, que hasta ahora y desde 2004, había sido de 1.050 euros para 30 horas se queda en 700 y, por tanto, se reduce significativamente el tiempo que pueden dedicar a sus charlas en las clases: "Justo en este momento, en el que tenemos muchísimo trabajo porque una de las consecuencias de la pandemia ha sido el incremento de casos de trastornos de la conducta alimentaria nos encontramos con que se bajan las horas que damos en los colegios e institutos. Es algo que no podemos entender".

La concejala de Sanidad, Estrella Paredes, rechaza que se entienda esta reducción como una falta de apoyo por parte del Ayuntamiento a la lucha contra estas patologías y asegura que lo que ha ocurrido es que se ha hecho "una regulación" porque esta asociación "estaba cobrando de más": "No se les reducido el número de horas, se les ha igualado el dinero que se les estaba pagando por hora porque los técnicos han visto este año que a Adefab se le pagaba más que a las otras asociaciones y lo que se ha hecho ha sido regularlo. Quizás daban más talleres a más colegios que se los pedían directamente y lo financiaban con esto".

Paredes desconoce cuál es la razón por la que durante años ha estado ocurriendo esto y lo achaca "a un error que ha debido de haber por el que se les pagaba la hora más cara y ahora lo hemos igualado", mientras que Herrero afirma que las solicitudes de los colegios siempre se han canalizado a través del Ayuntamiento. "Nos pasan los centros solicitados y hasta ahora, cuando teníamos las reuniones, nos concedían 30 horas. El resto lo hacíamos por nuestra cuenta porque con estos talleres se detectan muchos alumnos que necesitan ayuda. La concejalía no se ha reunido con la asociación ni para preguntar por el taller de prevención ni para comunicar lo que la concejala considera una regulación, así que nos preguntamos si una oferta educativa debe ofrecer tan pocas horas para prevenir un problema tan grave".