Cualquier obra produce inconvenientes y más si confluyen dos en los extremos de una misma manzana como sucede en Gamonal. La peatonalización de las calles Roma y Francisco Grandmontagne están provocando las quejas de los comerciantes, fundamentalmente, por los cortes de luz y las dificultades para el tránsito de los peatones y mercancías. 

Durante la mañana de ayer los dueños de los establecimientos de la calle Roma y Alejandro Yagüe mostraron su malestar al no poder abrir sus negocios y atender a los clientes por un corte de luz desde 9.30 hasta casi las 13 horas, lo que les impidió poder utilizar los ordenadores, encender la luz de sus locales y en el caso de los bares, poder servir cafés a sus clientes. El corte también afectó a los edificios situados en la zona. 

Lo cierto es que el día anterior se les advirtió mediante un cartel del corte, de modo que estaban avisados, pero ello no les libró de los inconvenientes de este tipo de situaciones. «Hemos perdido la mañana. Cuando hemos querido dar la luz era casi la una. A esa hora ya no haces nada», indicó Roberto desde la tienda Dynergy.

Los hosteleros fueron los más perjudicados, dado que no pudieron encender sus cafeteras o refrigerar las bebidas. «En nuestro caso hasta las 13.30 horas no hemos podido arrancar, dado que la cafetera necesita un tiempo para ponerse en marcha y lo mismo ocurre con la cerveza, que estaba caliente», aseguró Irama, del bar Tree of Life, al tiempo que añadió los problemas de movilidad que se están produciendo al cerrarse uno de los lados de la calle Roma.

Los comerciantes reconocen que en el caso de la calle Roma van a buen ritmo, dado que se trabaja mañana y tarde pero saben que durante al menos seis meses sufrirán molestias mientras que en Francisco Grandmontagne la duración es de ocho meses. 

Desde la Asociación de Comerciantes Zonas G afirman que han recibido quejas por la ejecución de las obras, entre ellas el funcionamiento deficiente de internet o la falta de espacio para que los peatones puedan pasar con carritos de bebé o que los comercios no pueden dejar la basura. «Cuando hay obras se producen quejas y hay problemas que se van intentando resolver», indicó Borja García.