"El mejor homenaje que se puede hacer a la sanidad rural es cumplir la ley que señala que la adaptación del sistema público de salud a las necesidades ha de hacerse completando infraestructuras, manteniendo y mejorando equipamientos y asegurando la atención de todo tipo de residentes", advirtió hoy en León el defensor del Pueblo de España, Ángel Gabilondo.

Así lo apuntó durante su intervención en la clausura de las XXXV Jornadas de Coordinación de Defensores del Pueblo, que se celebraron desde el día de ayer en la ciudad de León centradas en la atención sanitaria en el medio rural, y en la que recordó que "para el desarrollo sostenible del medio rural se debe potenciar la prestación de servicios públicos de calidad adecuados a las características específicas, en particular en los ámbitos de la educación, la sanidad y la seguridad ciudadana".

Con la necesidad de "potenciar el concepto y la acción de la salud pública", el defensor del Pueblo de España resaltó "la importancia de un reconocimiento a la profesionalidad y el compromiso del personal sanitario y administrativo de los centros sanitarios del medio rural" y consideró que "se necesitan proyectos, planteamientos articulados, compromisos concretos configurados temporalmente y recursos" que "no dejen poblaciones a los márgenes".

Para Gabilondo, "las convicciones se reflejan en los presupuestos", que "no recogen solo cantidades, sino las apuestas y las ideas", por lo que pidió atención "en las quejas y recomendaciones" de los defensores del pueblo en lo referente prestación servicio salud medio rural para "constatar que queda mucha tarea por hacer". Una tarea que debe estar "vinculada a la atención y el cuidado de quienes prestan atención sanitaria, no siempre en mejores condiciones, número suficiente o con las expectativas que cabría esperar".

En tiempos "rudos, ruidosos y complejos", Ángel Gabilondo resaltó que "los defensores deben estar al lado de las personas, sus derechos, la justicia y la adecuada administración", ya que su legitimidad "deriva de ser elegidos por representantes del pueblo", de modo que se encuentran "de guardia permanente en tareas preventivas desde la autonomía".

Para ello, abogó por la "trabajar desde los principios básicos de coordinación y cooperación " de los defensores de las diferentes comunidades para "recordar que el elemento que los aglutina es la solidaridad"

"El olvido de lo común es la antesala del olvido de lo público", afirmó el defensor del Pueblo de España, al tiempo que enfatizó la tarea de estas figuras para "supervisar a las administraciones y requerirlas a través dos mecanismos correspondientes", siempre desde "la necesidad que se requiere de la escucha en un mundo que padece la enfermedad del mal de oído".