Despliegue de radares en las carreteras con más muertos

FERNÁN LABAJO
-

Tráfico dispone un plan de controles en la A-231 y las carreteras de Logroño y Soria que serán visibles para los conductores en las vías con las velocidades más altas. El objetivo será la prevención y no el castigo

Despliegue de radares en las carreteras con más muertos - Foto: Patricia González

Hay tres cuestiones que preocupan en la Dirección General de Tráfico y que explican el preocupante incremento de la siniestralidad tras la pandemia: las distracciones, el consumo de alcohol y drogas y el exceso de velocidad. En cuatro de los accidentes mortales ocurridos el pasado año tuvo como causa principal esta última conducta al volante. En la instrucción de 2023 transmitida a la Guardia Civil, se ha instado a reforzar el control en las carreteras con radares y vigilancia presencial en aquellos puntos donde se ha percibido que los conductores pisan más el acelerador. En la provincia, las carreteras de Soria y Logroño, así como la A-231, son las vías donde se incidirá más. 

Según dictan las directrices de Tráfico, habrá más controles, pero serán más cortos. Es decir, se van evitar los operativos de larga duración en una ubicación concreta. Según el jefe provincial, Raúl Galán, con esto se quiere evitar que haya «avisos en redes sociales» a las que suelen conectarse los conductores, como Social Drive. El 70% del esfuerzo operativo se centrará en carreteras convencionales, especialmente en aquellas donde se haya detectado más peligrosidad. 

Galán matiza que en Burgos no podemos hablar de «puntos negros», pues no han detectado tramos o vías concretas donde haya una alta concentración de accidentes. No obstante, sí que existen una serie de carreteras donde se han registrado siniestros graves y velocidades excesivas en controles previos. Es el caso, por ejemplo, de la A-231, que une la capital con León,      una autovía que al no soportar grandes intensidades de tráfico y no tener radares fijos crea una «sensación de impunidad» entre los conductores. No en vano, los sensores colocados en algunos paneles detectan casi a diario vehículos que circulan a más de 140 kilómetros por hora. 

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)