La victoria del Mirandés contra el Zaragoza en Anduva no solo significó tres puntos para el casillero rojillo. Desde el plano psicológico, los jabatos se quitaron la losa de no haber conseguido ninguna victoria todavía y sirvió para confirmar que el modelo de juego diseñado por Joseba Etxeberria es el adecuado. Pero, además, el 2-0 frente a los maños salvó al combinado de Miranda de una situación crítica. De estar últimos, han pasado a entrar de nuevo en la pelea por la supervivencia.
Ahora mismo, tras el triunfo del Sporting de Gijón en Asturias ante el Ibiza, los rojillos se encuentran solamente a dos puntos de salir del agujero. El conjunto de las islas marca la fina línea que separa la permanencia del abismo y actualmente suma en su casillero 7 puntos, mientras que los jabatos tienen 5.
Si contra el Andorra, que empató en Anduva en el último suspiro, el combinado de Miranda hubiera mantenido la portería a cero, no existiría esa distancia. Sin embargo, de poco le sirve a Joseba Etxeberria y sus muchachos mirar al pasado. Y eso es algo que el propio entrenador tiene claro.
Por ese motivo, tras el encuentro contra el Zaragoza, el técnico rojillo anunció que desde el domingo por la mañana ya iban a pensar en su próximo choque. Este, nuevamente, tendrá lugar en Anduva. Ahora bien, será un rival muy diferente al conjunto aragonés.
Las Palmas viajará a Miranda con menos descanso que los rojillos, dado que juega este lunes contra el Granada. En cualquier caso, el próximo duelo del club jabato se antoja igualmente complicado, pues los insulares siempre dan batalla en la Segunda División.
Pese a todo, el factor campo parece que vuelve a ser determinante y el Mirandés no estará dispuesto a desaprovechar esa baza. En caso de haber caído derrotados este último fin de semana, su realidad hubiera pasado de gris oscura a negra por completo. No lo hicieron, pero jamás pueden relajarse, puesto que, como dijo Etxeberria, «la competición no espera».
En este sentido, el combinado de Anduva tiene una oportunidad de oro para sumar seis puntos en dos partidos y endulzar el agrio sabor que hasta hace una semana le había dejado la liga. Además, generar una racha positiva daría inercia al equipo para enfrentarse a duros duelos del futuro, como el Eibar, el Levante o el Burgos CF. Por ahora, se ha salvado una 'bola de partido', pero quedan otras 35.