El retraso con el PGOU trunca el buen ritmo de vivienda nueva

L. NÚÑEZ
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El plan se tiene que aprobar «como sea» antes de verano, dice el concejal de Obras de Aranda. En la Asociación de Empresarios de la Construcción (Asecon), sin embargo, dudan

En los próximos meses se entregarán alrededor de 95 nuevas viviendas ubicadas junto a la estación de autobuses de Aranda de Duero. - Foto: Jesús J. Matías

Las grúas resisten en Aranda de Duero. Se ven en Carrequemada. También por Virgen del Carmen. O cerca de la estación de autobuses. El ritmo no para. Al menos hasta ahora. El futuro más inmediato, sin embargo, no pinta tan prometedor. Y es que la lentitud para aprobar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tiene paralizadas las nuevas promociones. 

Han pasado 11 años desde que echó a andar este documento, llamado a marcar el desarrollo urbanístico de la capital ribereña, y todavía no es una realidad. El concejal de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento arandino,Alfonso Sanz, confía en que las redactoras les entregarán la versión definitiva después de Semana Santa para que los técnicos comprueben que todo está en orden. Asegura que en este tiempo se han modificado cuestiones técnicas y que «no habrá grandes cambios». Sea como fuere, todavía falta que se lo presenten al resto de grupos políticos y aprobarlo en pleno.El tiempo se echa encima. De ahí que Sanz subraye que «hay que aprobarlo como sea antes del verano». 

Sin embargo, en la Asociación de Empresarios de la Construcción (Asecon), no tienen tan claro que se vaya a llegar a tiempo. Recuerdan que desde la aprobación inicial del PGOU en septiembre de 2020, la tramitación y otorgamiento de nuevas licencias de obra están suspendidos durante un plazo de dos años. Periodo que vence en septiembre. Es decir, en cinco meses. «Cuidado, les puede pillar el toro. Si en el mes de septiembre el plan no está aprobado, se volverá al del año 2000. De 2014 a 2016 ya hubo otra suspensión de licencias y se acabó regresando al plan antiguo», advierte su presidente,Eduardo López. Y, claro, «si hace 11 años, cuando se decidió hacer el plan nuevo, ya estaba obsoleto, ahora más todavía». 

Por eso, desde la patronal recalcan que las promociones que se han construido recientemente o las que se están edificando en estos momentos «vienen de atrás». Esto explica que el movimiento en el sector no se haya detenido prácticamente en ningún momento. 

Así las cosas, en los próximos meses está prevista la finalización de unas 90 viviendas junto a la estación de autobuses. Recientemente se han entregado otras 77 en la calle Valladolid con la avenida Teresa de Jesús Jornet. A ellas se suman los 21 pisos en la calle Langen, otros 27 más muy cerca, enSan Antón, o 12 viviendas en Fuenteminaya. En Virgen del Carmen se están construyendo otra media docena, así como en Carrequemada, donde está en marcha una promoción y próximamente arrancará otra. Entre ambas superan los 50 pisos. Sin olvidar las cerca de 40 viviendas en Moratín, que se terminaron de construir y se entregaron en 2021.

«Es cierto que no deja de haber movimiento, pero mientras no haya PGOU, no se verá este volumen», defiende López. En cualquier caso, subraya que el goteo constante en la demanda les anima a empezar a pensar en más promociones. Una situación a caballo entre los que define como «años de oro» y los posteriores a la explosión de la burbuja, cuando «no se hacía nada». A su juicio, ahora se trabaja «despacito y con calma», con más cautela tras aprender de los errores. 

Los jóvenes se animan. Preguntado por el perfil del comprador de vivienda nueva en Aranda de Duero, el presidente de Asecon explica que la mayoría es gente joven, de 30 a 40 años, que empieza a formar su propia familia. «Son los que más se mueven, llevan un tiempo trabajando y acceden a su primera vivienda en propiedad». A ellos se suman, aunque en menor medida, gente mayor que decide trasladarse del pueblo a la ciudad por tener más servicios, especialmente médicos, y así no depender de terceros en los desplazamientos. También parejas que hace un tiempo se construyeron una casa en algún municipio cercano, pero que cansados del continuo ir y venir se vuelven a Aranda. Sin olvidar un «pequeño segmento» de personas de unos 50 años que cambian el piso por un chalé.

No obstante, de cara al futuro, con el nuevo PGOU sin aprobarse definitivamente, las promociones futuras quedan en el aire. Paradas. Algunos constructores admiten en privado que el retraso ha provocado que algunos compradores les estén solicitando la devolución de sus fianzas.