¿Todo queda justificado con por la celebración de los Sampedros? Parece que sí. Todos los años -salvo los dos últimos de pandemia- las críticas se centran en la ubicación de las barracas, que antes incomodaban a los vecinos del entorno del polígono docente y a partir de éste hacen la puñeta a los de Villatoro. Pero hay otras zonas de la ciudad que también sufren una metamorfosis que no hace gracia a muchos ciudadanos que no ven con buenos ojos que las fiestas modifiquen o directamente dañen enclaves que frecuentan o por los que sienten cariño.

Uno de esos lugares es el Paseo de Atapuerca, irreconocible durante los últimos días para la mayoría de los burgaleses. Es verdad que los arcos de luz y las casetas de la feria de tapas concederán una atmósfera más festiva al espacio que se abre frente al Fórum y el Museo de la Evolución Humana (MEH). Pero los preparativos duran más que los días de fiesta, de modo que los amantes de darse un garbeo tranquilo por allí no lo pueden hacer en paz por el ruido de los operarios y porque físicamente es imposible. La 'okupación' de esa parte central del Paseo de Atapuerca llega a tal punto que incluso el cráneo que da la bienvenida a los visitantes ha cambiado de lugar.

Por no hablar del estado en que está quedando el suelo, con los agujeros que se están practicando para anclar diversas estructuras, entre ellas algunos arcos de luz.  Los transeúntes no son los únicos que se han dado cuenta del estado que presenta el paseo. La Federación de Hostelería no entiende cómo se ha permitido el anclaje en el pavimento de la portada luminosa, máxime cuando el Ayuntamiento siempre les ha negado esta posibilidad para sus veladores. Al respecto, el presidente de la patronal, Fernando de la Varga, asegura desconocer en qué «circunstancias» se ha desarrollado dicha actuación cuando el «riesgo es el mismo» que se si realizara en los espacios exteriores de los establecimientos del sector. «Cuando se ha solicitado anclar una terraza por seguridad, incluyendo el seguro de responsabilidad civil o la reposición de los daños que se pudieran ocasionar, siempre se nos ha negado el poder llevarlo a cabo», subrayó.

Y los ciclistas ponen el grito en el cielo, igual que los usuarios de patinete, porque una temporada más el carril bici queda casi inutilizado a lo largo de todo el Paseo, sin que se habilite una ruta alternativa y señalizada para poder continuar ruta sin tener que bajarse de las dos ruedas.