La procelosa campaña de despliegue de fibra óptica reactivada en Burgos en agosto de 2021 encara el ansiado sprint final. Atrás quedan, definitivamente, los rodeos dados en los despachos y los eternos parones vividos durante el proceso.

Telefónica pisa a fondo el acelerador con el decidido objetivo de dar cobertura de máxima velocidad a toda la capital antes de que finalice el año. A partir de entonces la multinacional solo pretende subsanar algún caso concreto o ciertos detalles pendientes dentro del extenso plan completado.

Ha costado, pero el entendimiento definitivo protagonizado en su momento por la empresa y el Ayuntamiento de Burgos permitió que la fluida autorización de licencias agilizara los trabajos programados en la ciudad.

Desde entonces las labores se desarrollan al ritmo deseado por Telefónica y solo queda «el último empujón» para dar carpetazo al proyecto, tal y como reconocen desde la administración local.

En este momento queda por ejecutar el 24% del planteamiento diseñado por la multinacional. La mayor parte de la atención se fija ahora en las últimas actuaciones previstas en el centro histórico, ya que hay zonas como la parte alta de Fernán González, El Espolón, Avellanos, San Juan o San Pablo que siguen a la espera de la llegada de los técnicos.

De forma paralela, Telefónica también realiza labores de instalación de fibra óptica en otros puntos de la ciudad como la avenida del Arlanzón o el entorno de las Huelgas mientras esperan las últimas autorizaciones.

La administración aún debe dar salida a los últimos expedientes pendientes de aprobación, aquellos que han encontrado dificultades en el proceso previo. Son situaciones muy concretas surgidas en algunos portales de puntos como San Gil, Hospital de los Ciegos, Arco del Pilar o Álvar Fáñez.

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