«Hay colapso en los hospitales de la India y falta oxígeno»

C.M.
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Thomas Thekkekarote es de Kerala y sigue desde Burgos las noticias que llegan de los contagios en su país. Lleva 8 años en la ciudad, donde ultima su tesis doctoral. La leerá en junio y en verano espera regresar a Bangalore

Thomas Thekkekarote, ayer en la Facultad de Teología, donde se ha graduado y hace su doctorado. - Foto: Alberto Rodrigo

Falta de oxígeno, hospitales colapsados, coches fúnebres haciendo cola, crematorios desbordados y miles de muertos son algunas de las consecuencias que está dejado la segunda ola de la covid-19 que asola la India. Las imágenes que cada día vemos en la televisión son de una crudeza extraordinaria y no tienen nada de ficción. Así lo atestigua Thomas Thekkekarote, un sacerdote y misionero de San Francisco de Sales nacido hace 40 años en Kerala, un estado al suroeste de ese país, pero que lleva ocho años en Burgos donde se ha graduado en Teología y ultima su tesis doctoral, que leerá en junio. 

Cuando culmine su formación regresará a la India y lo hará a Bangalore, la capital de la tecnologías de la información pero que ha saltado a la actualidad por ser una de las ciudades con la cifra más alta de muertes por coronavirus y cuyo Gobierno ha autorizado la conversión de 93 hectáreas de terreno a las afueras en 23 cementerios y crematorios. 

Precisamente, en esta ciudad se encuentra ubicado el Centro Nest Proyect que da estudios y un hogar a los niños de la calle y con el que la Universidad de Burgos colabora mediante ayudas y la presencia de alumnos y profesores cada año para realizar labores pedagógicas. Los 55 menores que allí viven están bien. El hecho de que el centro esté situado a las afueras de la ciudad y haber confinado a los menores en las instalaciones ha evitado los contagios. 

Thomas Thekkekarote sigue cada día con preocupación las noticias que llegan de su país, donde se registran 400.000 contagios de la covid al día y 4.000 muertos. En el caso de Bangalore, la situación es dramática. «La gente intenta que le atiendan en los hospitales pero están colapsados, falta oxígeno y atención médica, y la situación está empeorando. No sabemos cuándo llegará el pico de contagios pero será pronto», lamenta.

Su familia, que reside en Kerala, se encuentra bien y allí el sistema sanitario no ha colapsado todavía. «Los casos allí están creciendo y casi seguro a final de esta semana habrá un confinamiento». 

La India está inmersa en la segunda ola de contagios, que Thekkekarote achaca a cuatro causas: la celebración de la fiesta de kumbha mela en la que miles de indúes se bañaron en el río Ganges, la celebración de mítines al estar convocadas elecciones en varios estados, la relajación de la población y la falta de instrucciones por parte de los gobiernos. 

Thekkekarote considera que la pandemia está afectando a los más pobres. «Esto aumentará todavía más la pobreza. El país va a ser más pobre», aseguró, al tiempo que lamentó la falta de vacunas a pesar de producirse en la India.

En verano regresará a su país para formar a futuros seminaristas en Bangalore y confía que la situación haya mejorado.