Los pueblos reciben 3 millones de litros en cisternas

H.J.
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Pese a la sequía generalizada, la cifra aportada es un 10% inferior al del año pasado a estas alturas, algo que la Diputación achaca a las inversiones realizadas para mejorar la red

Cada camión cisterna es capaz de aportar 17 metros cúbicos a la localidad donde descarga. - Foto: Alberto Rodrigo

La Diputación Provincial de Burgos ha tenido que suministrar entre los meses de julio y agosto 2.800 metros cúbicos de agua, lo que equivale a 2,82 millones de litros, a los pueblos de la provincia que han tenido problemas de abastecimiento durante el presente verano. A primeros de agosto la cifra estaba en 900.000, pero en apenas tres semanas se ha multiplicado por tres. Y eso que la temporada estival no ha acabado porque todavía queda un septiembre «que puede ser complicado» según todos los precedentes y ante la situación de sequía severa que vive todo el territorio burgalés.

A lo largo de 188 viajes, cada uno de ellos cargados con 17 metros cúbicos, los camiones cisternas han contribuido a paliar los contratiempos que genera como principal factor la falta de lluvia, que se suma a las averías en la red y sobre todo al incremento exponencial de la población que experimentan muchas localidades a lo largo de la temporada vacacional.

Así lo explica el diputado responsable del área de Fomento, Ramiro Ibáñez, quien advierte que pese a la cifra notable estamos ante un dato que es un 10% inferior al del año pasado a fecha 31 de agosto. ¿Cómo es eso posible, con el bajo nivel que tienen arroyos y acuíferos y  la enorme cantidad de gente que ha vuelto a sus pueblos este verano? 

Ibáñez apunta que efectivamente ha habido un mayor consumo de agua «pero los pueblos se han defendido bastante bien porque hemos tenido un periodo muy largo de inversiones en remodelar las tuberías, pocos municipios quedan con conducciones viejas como las de antes tengan pérdidas y de esta forma se ha intentado paliar el problema».

En cualquier caso, el diputado provincial quiere ser todavía muy prudente porque «hasta el 30 de septiembre se entiende que no acaban los problemas de sequía y será entonces cuando podamos hacer un análisis más completo de cuáles han sido los principales problemas de este verano y su origen». 

En efecto, el noveno mes del año todavía suele registrar escasas precipitaciones y numerosas localidades siguen celebrando fiestas y atrayendo visitantes propios y ajenos, lo que siempre tensiona los niveles de consumo que no están preparados para el crecimiento poblacional. 

Las zonas en peor situación. Por municipios, los que han solicitado más cantidad de agua son el Valle de Tobalina, Espinosa de los Monteros, Valle de Valdebezana, Santo Domingo de Silos (en el caso concreto de la localidad de Hinojar de Cervera, pues el resto del término municipal ha solucionado sus problemas de abastecimiento), Castrojeriz (un clásico del abastecimiento con cisternas en verano), Dobro, Sasamón, Valle de Santibáñez, Quintanilla San García y Redecilla del Camino. Como puede deducirse de este listado, solo el extremo sur de la provincia se libra de sufrir este tipo de necesidades extraordinarias.

Además del gasto en agua para el consumo humano, el aterrizaje de miles de visitantes temporales a los pueblos de la provincia durante los meses estivales genera también una mayor demanda en las huertas. «Aunque haya una sequía notoria nadie quiere dejarse secar los tomates», resume Ibáñez. Asimismo, la multiplicación de piscinas también pone en jaque los suministros, y no solo hablamos de las permanentes o de obra, sino también de todas aquellas desmontables que pese a su provisionalidad se llevan al cabo del verano millones de litros del líquido elemento cada vez más valioso.