La iniciativa para acoger sedes desplazadas de órganos del Gobierno central ha de partir de los ayuntamientos interesados. Y el de Burgos no está por la labor de optar, por el momento, a ninguna, dado el enfado que tiene su alcalde tanto con el Ejecutivo central como con la Junta de Castilla y León. Al punto de declarar que no quiere que le «chuleen» en el «circo o mercado persa» en que se ha convertido la carrera entre ciudades para llevarse el 'premio gordo'.
En estos momentos la pugna se ha abierto por la Agencia Espacial Española y por la Agencia de Inteligencia Artificial. El Consistorio burgalés no ha presentado candidatura a ninguna de las dos. Primero, porque Daniel de la Rosa se sintió «engañado» con el proceso para acoger el centro de estudios penitenciarios, que finalmente se llevó «a dedo» Cuenca. Segundo, porque considera «poco fiables» los anuncios del Gobierno central de deslocalización de sedes, como es el caso de la Agencia de Salud Pública, que el regidor municipal sabe «por fuentes oficiosas que no se va a ir de Madrid». Y tercero, porque «la Junta debe definir las reglas del juego a la hora de apoyar candidaturas, no vale hacerlo con todas las que lo piden o con la primera que anuncia que se presenta».
Ante la pregunta de por qué Burgos no ha salido la primera a mostrar su interés, el alcalde responde con el ejemplo de la Agencia de Salud Pública. «Al día siguiente de anunciarse Salamanca se presentó y el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, le dio su apoyo». «No voy a entrar en ese circo, porque esta ciudad ya hizo un esfuerzo con el centro de estudios penitenciarios y no se tomó mínimamente en consideración», resume.
El regidor municipal no está muy de acuerdo con el Gobierno central establezca en las bases que valorará el respaldo institucional de los gobiernos autonómicos a las ciudades que concurran, «porque se trata de un filtro que le sale gratis» al Ejecutivo de Madrid. No obstante, como se trata de criterios vigentes en los anuncios de creación o deslocalización de sedes, lo que exige De la Rosa a la Junta de Castilla y León «es que establezca unas reglas de juego, que dé un plazo, digamos de un mes, para que se presenten las candidaturas» y, cuando tenga todas las propuestas sobre la mesa, «se moje sobre la que es mejor opción» (...).
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