Un reciente estudio de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales puso de manifiesto, con los datos a diciembre de 2020, que en el vecino País Vasco hay un déficit de 6.032 plazas de residencia para alcanzar la ratio idónea de 5 por cada 100 mayores de 65 años, pero aún así un 20% de sus plazas están sin ocupar. Mientras, en Castilla y León hay un superávit de 17.451. Esta situación se reproduce en Merindades, donde sus trece geriátricos suman 620 plazas, el doble de las que precisarían los poco más de 6.000 habitantes de la comarca mayores de 65 años. Son los usuarios, sobre todo, llegados de Vizcaya, quienes completan los centros de la comarca, que generan cerca de 350 empleos.

Los mayores procedentes del País Vasco llegan a ser la mitad de los residentes en varios geriátricos. Pero el caso más llamativo es el Puerta de Mena, en Maltrana, abierto por Clece Vitam en 2016, donde el 90% de sus 43 mayores han llegado de Vizcaya. Los directores de los centros coinciden en que, más allá del déficit de plazas geriátricas, que en Vizcaya es de 2.747, los precios de la comarca juegan un papel fundamental y representan el principal atractivo junto a las zonas ajardinadas, de las que carecen muchos centros del Gran Bilbao.

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