Cada mes dejo escritas mis sensaciones y opiniones en este espacio. Suelo elegir una, pero este mes me decantó por tres reflexiones. Allá voy. Si los médicos recién graduados que comienzan el MIRpasan de las plazas de Medicina Familiar que se convocan, las administraciones -Junta de Castilla y León y Gobierno central- deben tomarse la molestia de pensar en soluciones o en pocos años no habrá médicos en las consultas, sobre todo, del área rural. La reciente adjudicación de plazas que da prioridad a los médicos con mejor expediente académico deja claro como el agua lo que sucede. De entre miles de plazas, de las últimas 50 que se adjudicaron 46 fueron para quienes eligieron ser médicos en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Seguramente  era su última opción en muchos casos.

Mañueco dijo hace poco que Castilla y León aspira a ser la comunidad en la que menos tiempo cueste crear una empresa. Ahora se puede llegar a tardar años, a la vista de mi experiencia con muchos emprendedores, la mayoría al borde de un ataque de nervios por los permisos, licencias, informes y papeleo ingente que han de formalizar hasta abrir su negocio. Pero casi mejor que mire hacia otros países de Europa que aventajan mucho a España en los plazos.

Y por último opino que queda fantástico que en los pueblos tengamos gratis el transporte a la demanda -antes costaba 1 euro-. Pero lo que quieren sus usuarios no es gratuidad, sino servicios útiles y que el autobús que va al pueblo cabecera lo haga de lunes a viernes, mínimo, y no solo uno o dos días a la semana. En las ciudades, los buses circulan todos los días. Pues en los pueblos queremos lo mismo, pero a la demanda. O sea que si nadie necesita el bus, dado que somos pocos, pues que no haga la ruta. Fácil.