Hallan el cadáver de Pablo Sierra en el río Guadiana

Agencias
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El cuerpo ha sido localizado por los GEO y la causa más insistente de la muerte podría ser "un fatal accidente". El joven desapareció hace 15 días cuando se dirigía a su residencia universitaria y se desvió hacia la orilla fluvial

Dos agentes de los GEO en lancha en el Guadiana durante las labores de búsqueda de Pablo Sierra - Foto: Andres RodrÁ­guez

El hallazgo del cuerpo sin vida del joven Pablo Sierra en aguas del río Guadiana ha despejado trágicamente la incertidumbre de su desaparición hace 15 días y, mientras no se conozcan los resultados de la autopsia, la línea de investigación "más consistente" apunta a "un fatal accidente".

A las diez de la mañana de este viernes, según ha relatado en rueda de prensa la delegada del Gobierno de Extremadura, Yolanda García Seco, uno de los perros que participaba desde una embarcación de búsqueda "marcaba" el cadáver, que flotaba cerca de la ribera donde horas después de su desaparición, el pasado 2 de diciembre, fue encontrado su móvil.

Natural de Zorita (Badajoz), donde residen sus padres, Pablo, de 21 años, estudiaba Matemáticas en la Universidad de Extremadura y se alojaba en la Residencia Universitaria de Badajoz. Desde el día de su desaparición, la línea "más consistente" estaba relacionada con "un fatal accidente" cuando Pablo, al parecer, se dirigía a la Residencia y por motivos que se desconocen se dirigió hacia el río, han apuntado responsables de la investigación realizada por Policía Nacional y Guardia Civil.

No obstante, la investigación abrió diversas líneas de trabajo, desde la visualización de cámaras de seguridad en numerosos lugares de la capital pacense y el análisis de móviles que permitieran obtener alguna información a la toma de declaración de posibles testigos y de personas que "creían haber visto a Pablo".

"No se han escatimado horas de trabajo ni medios", ha remarcado García Seco, quien ha reconocido la labor "sin descanso" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que han "batido toda la ciudad" y el río, con la participación de Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, bomberos, Cruz Roja y Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), así como unidades caninas.

Las muestras de dolor, recuerdo y pésame han sido constantes desde todos los ámbitos de la sociedad pacense y extremeña.

La Universidad de Extremadura y el Consejo de la Juventud se han sumado al dolor de la familia y han trasladado sus condolencias, como así lo han hecho también los compañeros de Pablo de la RUCAB, que se han acercado hasta el Instituto de Medicina Legal para depositar velas encendidas.

También han tenido palabras de apoyo a la familia y de recuerdo a Pablo el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, y la titular de la Cámara legislativa autonómica, Blanca Martín, así como el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, y diversas formaciones políticas y colectivos sociales y profesionales.

El Ayuntamiento de Zorita, municipio de 1.300 habitantes, ha anunciado que declarará tres días de luto y suspenderá las actividades programadas para Navidad en señal de luto.

Según ha relatado a Efe su alcalde, Juan Francisco Ciudad, el sentimiento es de "desolación" por el desenlace, ya que sus padres, médicos ambos, son muy conocidos y queridos por todos los vecinos de la localidad y la comarca.

 

Un "fatal accidente", la causa "más consistente"

La Policía Nacional ha apuntado este viernes que la principal hipótesis de las circunstancias que rodean a la muerte de Pablo es la de que se debió a un accidente, según ha señalado el inspector jefe Chema Gordillo.

"El chaval tenemos constancia de que se dirigía a la Residencia Universitaria Rucab, y en el trayecto se ha equivocado de dirección y por el motivo que sea ha aparecido en el río", ha detallado, para matizar que, una vez que ha aparecido el cuerpo, siguen con la línea de investigación de que "ha sido un fatal accidente lo que ha sufrido este chaval", y que una vez se realice la autopsia podrán dar más datos.

Los investigadores han buscado al joven estudiante de Medicina desde que no volvió a su residencia universitaria Rucab. Su teléfono móvil lo encontró un militar que paseaba por la orilla del río, en una zona cercana a donde ha aparecido el cadáver.

El terminal móvil presentaba manchas con lo que parecía restos de sangre, según el testimonio de esta persona que lo encontró y de la primera visual, aunque esto último estaba pendiente de análisis. Según han informado fuentes de la investigación, finalmente se ha descartado este extremo.

La investigación, declarada secreta, indagó desde el primer momento sobre las circunstancias de la desaparición, barajando si se debía a circunstancias violentas o a un accidente. Para ello se recabó el testimonio de las personas que se cruzaron con Pablo la noche que desapareció.

Joaquín Amills, el portavoz de la familia del joven de 21 años, relató a los medios que tropezó con otro chico y a este se le cayó el móvil. "Inmediatamente, Pablo dijo que no se preocupara, que le perdonara, que se hacía cargo de la reparación, de cambiar la pantalla o de un dispositivo nuevo", señaló, asegurando que entre ambos hubo un trato "coloquial".

Fue entonces cuando se intercambiaron los números de teléfono y, según contó Amills, Pablo se fue con un amigo suyo, que le acompañó un tramo del camino hasta que se despidieron. Pablo le dijo que iba a coger un taxi.

Por su parte, el encargado del bar Botanic, el establecimiento en el que estuvo Pablo Sierra con sus amigos, aseguró que estuvo un par de horas hasta las 23:45 horas aproximadamente y que vio cómo Pablo se fue "calle abajo".

"Tuvo un pequeño problema con un chico en la puerta", deslizó, coincidiendo con el relato de Amills, y también señaló que se resolvió "amistosamente" y se dieron los teléfonos. "Sus amigos se quedaron dentro", añadió el responsable del establecimiento, a la par que detallaba que "tuvo un resbalón" en mitad de la calle, que se levantó y siguió con su camino.

 

Chema Gordillo ha añadido que la investigación no ha finalizado ni se ha cerrado, que tienen varias líneas de investigación y, dentro de los parámetros e hipótesis que manejan, siguen trabajando, de manera tal que "única y exclusivamente" lo que ha aparecido es el cuerpo de Pablo.

 

Preguntado por la posibilidad de que pudieran estar involucradas terceras personas, ha dicho que no descartan "nada", mientras que sobre el hallazgo del cuerpo este viernes, García Seco ha explicitado que, "en el momento en el que supuestamente pudo sumergirse en el río", hacía una temperatura muy baja y que estos días ha hecho "mucho frío" y la temperatura del agua también lo era, a tenor de lo cual ha matizado que ya les dijeron los forenses que "probablemente pasarían alrededor de 15 días hasta que pudiera el cuerpo aflorar".

Así, uno de los trabajos que han hecho los GEO ha sido "movilizar toda la vegetación y todos los sedimentos que existen cerca de la zona donde apareció el móvil para que, si el cuerpo estuviera enganchado o estuviera en el fondo, pudiera más fácilmente desprenderse y aparecer".

Sobre esto último ha señalado en todo caso que hasta esta semana no se han retomado los trabajos en el agua "porque era muy difícil encontrarlo en otro momento", y que "no es que se suspendiera la búsqueda" sino que "se extendió a otras zonas y a otras líneas de investigación".