4.000 mujeres están pendientes de una mamografía preventiva

A.G.
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La Gerencia de Atención Primaria prevé doblar los turnos después del verano para reducir lista de espera y optimizar el nuevo mamógrafo digital en el que ha invertido 212.000 euros

El mamógrafo digital que ha adquirido la Gerencia de Atención Primaria ha costado 212.000 euros.

Todas las mujeres que estaban citadas para hacerse una mamografía entre el pasado 16 de marzo y finales del mes de mayo han visto pospuesta la realización de esta prueba como consecuencia del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus. Pero la actividad preventiva, que la Gerencia de Atención Primaria ofrece a todas las mujeres de la comunidad autónoma a partir de los 45 y hasta los 69 años como medio de detección precoz del cáncer de mama, se acaba de reanudar hace apenas unos días, con unas instalaciones remozadas y un nuevo mamógrafo digital.

Se trata de una herramienta tecnológica "más rápida y con mayor resolución y seguridad", como explica la responsable de la Unidad de Atención a la Mujer (UAM), María José Pereda, quien cifró en unas 4.000 las mujeres que componen en la actualidad la lista de espera y que son todas aquellas a las que no se ha podido atender en estos meses de parálisis.

La Unidad de Mamografía, en la que trabajan en la actualidad cinco personas, está ubicada en el edificio del servicio territorial de Sanidad, en el Paseo de Atapuerca, espacio que comparte con el resto de los servicios que ofrece la Unidad de la Mujer como anticoncepción, atención a las víctimas de agresiones sexuales y gestión de intervenciones voluntarias del embarazo.

El pasado 1 de noviembre paralizó su actividad precisamente para iniciar unas obras de reforma, "que le han hecho ganar en espacio y luminosidad y han incorporado un nuevo sistema de renovación del aire" y para llevar a cabo la instalación del mamógrafo nuevo, que ha tenido un coste de 212.960 euros para la Gerencia de Atención Primaria.

Esta reforma duró hasta el 11 de diciembre, por lo que en previsión de ese impasse, en septiembre y octubre se habían duplicado los turnos (mañana y tarde) para llegar al mayor número de mujeres: "En ese tiempo se hicieron un centenar de mamografías diarias y quinientas a la semana", precisó Pereda, un ritmo que se impuso también en febrero y marzo hasta que llegó el estado de alarma y que, probablemente, se recuperará después del verano.

La vuelta a la ‘nueva normalidad’ comenzó el pasado el 25 de mayo con las mujeres que estaban pendientes de un control anual o semestral y que ya han sido todas vistas, según indicó Pereda, y ahora ya se ha retomado el programa con las mujeres que vieron anulada su cita en el principio del confinamiento.

Para asegurar las medidas de protección frente al coronavirus se está citando a una mujer cada diez minutos de manera que dé tiempo a desinfectar las cabinas donde se cambian las usuarias y el mamógrafo. Las mujeres deben de acudir con mascarilla y se les pide piden puntualidad para facilitar el distanciamiento y que no vayan acompañadas a la cita.

La realización de mamografías a las mujeres burgalesas entre 45 y 69 años es un servicio de prevención que no es utilizado tanto como a la Gerencia de Atención Primaria le gustaría: "Tres de cada diez mujeres no acude a hacerse la prueba cuando se le notifica y creemos que tiene que ver con que no son del todo conscientes de la relevancia que tiene este sistema de prevención", precisó Pereda, que recordó a las usuarias la necesidad de avisar en el caso de que no puedan acudir, tal y como se señala en la carta de citación que reciben, para poder convocar a otras mujeres en un momento en el que se ha incrementado la lista de espera de forma tan importante.

Cuando tras la lectura por los radiólogos del resultado de la mamografía se estima que la mujer necesita ser sometida a otras pruebas complementarias es derivada al servicio de Patolología Mamaria del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) para confirmar o descartar una posible patología. Una vez realizadas esas pruebas si no necesita más seguimiento se le vuelve a remitir al programa de prevención y, en caso contrario, permanece en seguimiento en Patología Mamaria del hospital. "Se trata de dar continuidad en la asistencia de las mujeres por todos los servicios implicados en la prevención y tratamiento del cáncer de mama", concluyó Pereda.