Está reconocido que los primeros balbuceos escritos del castellano están recogidos en los cartularios de Valpuesta, provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León. Cuna del castellano, pues. Del español que hoy hablan en torno a 600 millones de personas en el mundo. Un patrimonio intangible pero valiosísimo. La confirmación de que fue en la colegiata burgalesa donde se escribieron las primeras palabras en un dialecto romance hispánico le arrebató a los monasterios emilianenses de La Rioja, los de Yuso ySuso, en San Millán de la Cogolla, el privilegio y el honor de ser el origen de los vestigios más antiguos del idioma. Y la posibilidad de sacar rédito de ello. Ítem más: de convertirlo en un yacimiento de oportunidades, en una herramiento de futuro, en una industria cultural de primer orden.
Sin embargo, la realidad es que Castilla y León siempre le ha andado a la zaga a La Rioja en este asunto, que nunca tiró la toalla en esa pugna. Es cierto que Castilla yLeón cuenta desde hace dos décadas con un Instituto de la Lengua, con sede en Burgos; también que Salamanca contará en breve con un magnífico edificio que albergará el Centro Internacional del Español (Cieusal); que Santo Domingo de Silos, Valladolid, Salamanca y Ávila -curisoamente Valpuesta no- forman parte, junto a San Millán de la Cogolla y Alcalá de Henares de la Fundación Camino de la Lengua. Pero la Junta de Castilla y León no tiene un proyecto concreto y definido que aúne todo su pontencial respecto de la lengua, y haga de este un motor de futuro.
Sí lo tiene La Rioja. Avanzado y con el beneplácito ya del Gobierno central y la complicidad de instituciones como el Instituto Cervantes o la Real Academia. Ya tiene nombre y está desarrollándose a toda velocidad. Se trata del proyecto denominado ‘Valle de la Lengua’. El pasado 9 de junio, durante la celebración del Día de La Rioja, la presidenta regional, Concha Andreu, centró su discurso en la Lengua como el gran motor de progreso de La Rioja. «Este valle emilianense ha de ser, y así lo estamos procurando e ideando desde el Gobierno de La Rioja, un texto de textos; un enclave no solamente regional, sino nacional y mundial, de la lengua española; de las palabras que nos han construido y auxiliado», afirmó para subrayar la intención de convertir SanMillán de la Cogolla en un punto de encuentro del ámbito hispano-parlante en cualquiera de sus manifestaciones: el aprendizaje, la reflexión, el diálogo, la creación, la empresa, la formación, el turismo idiomático y la transmisión de conocimientos. «En la cuna del español del siglo XXI en un contexto global y digital», apostilló.
(Más información en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)