Talgo aumenta su producción un 40% para fabricar 400 coches

RAÚL CANALES
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La compañía ultima el lanzamiento del tren Avril, de muy alta velocidad, y comenzará a producir nuevos modelos para Alemania. El lehendakari, Iñigo Urkullu, pone a la planta de ejemplo industrial postcovid

Urkullu (dcha.) pudo conocer toda la línea de producción de los nuevos modelos. - Foto: R.C.G.

Las primeras unidades del Talgo Avril recorrerán dentro de muy poco España porque la compañía está ya con los ensayos previos a la puesta en servicio de un modelo que aspira a convertirse en un referente de la alta velocidad europea por ser el más ligero del mercado dentro de los de gran capacidad, lo que minimiza el consumo energético y multiplica su eficiencia. El tren Avril, que puede alcanzar una velocidad de 360 kilómetros por hora y llegar a las 581 plazas, está siendo homologado para poder circular también en Francia. 

La fabricación de treinta de estos trenes  para Renfe es uno de los grandes proyectos en los que está inmersa la planta de Rivabellosa, en la que este año también se comenzarán a fabricar las unidades del Talgo 230 con destino a Alemania y que unirán las ciudades de Berlín y Amsterdam. 

De esta forma, las instalaciones ubicadas en el vecino polígono alavés, pero en las que trabaja un alto porcentaje de mirandeses, tiene asegurada carga de trabajo hasta finales de 2023. La expansión internacional ha llevado a la firma a «ampliar la producción en un 40%» con la intención de fabricar 400 coches anuales, lo que supone alcanzar la capacidad máxima de las instalaciones, según destaca el presidente de la compañía, Carlos de Palacio, que acompañó al lehendakari Iñigo Urkullu durante una visita a la planta. 

La máxima autoridad vasca no duda en señalar a Talgo como un polo de dinamización social para toda la zona y considera que es un ejemplo a seguir en tiempos de pandemia por demostrar que «a la vez que preservamos la salud, el esfuerzo común permite mantener la actividad económica, la producción industrial y el empleo». Asimismo, valora que la compañía figure en la vanguardia de la «nueva industria verde y digital», con la introducción de nuevos materiales que aligerarán el peso de los trenes así como el desarrollo de prototipos impulsados por hidrógeno. 

Innovación. La fábrica de Rivabellosa es el buque insignia de Talgo, por ser el origen de una empresa que ahora mismo es líder mundial y porque con 40.000 metros cuadrados es la de mayor tamaño, lo que supone un agente clave para los nuevos proyectos y la expansión internacional. «Esta planta es nuestro cerebro y corazón», destacaba De Palacio. 

Tras el crecimiento experimentado en los últimos tiempos, las instalaciones emplean de forma directa a cerca de 700 personas, de las cuales algo más de la mitad son mirandeses. Además, de la actividad de Talgo dependen otros 5.000 puestos indirectos en empresas y talleres del entorno. 

Con presencia industrial en siete país, entre sus clientes figuran las administraciones ferroviarias de Estados Unidos, Alemania o Rusia. También es suministradora de trenes en el proyecto de alta velocidad para la línea que une La Meca y Medina en Arabia Saudí. 

Los dos próximos modelos que pondrá en el mercado son el Talgo Avril y el Talgo 230. El primero es el tren de muy alta velocidad más avanzado de la firma y está diseñado para «reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la posición del tren como el modo de transporte más sostenible», afirman desde la empresa. Por su parte, el prototipo destinado a Alemania se empleará en rutas de larga distancia para conectar la capital con Holanda. 

Se trata de coches ligeros con rodadura libre autoguiada que maximizan la capacidad y pueden ser dotados con cambio de ancho de vía automático, por lo que pueden ser reconvertidos de trenes convencionales a muy alta velocidad. El primer pedido es de 23 unidades aunque el contrato establece que en los próximos años saldrá un centenar rumbo a Berlín.