"La vigilancia contra el virus debe seguir siendo extrema"

A.G.
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Dolores García Arcal, especialista en Medicina Preventiva del HUBU, asegura que desde que se inició la desescalada el comportamiento de pacientes y visitantes del centro "es correcto"

El HUBU tiene cuatro expendedores de mascarillas, que son gratuitas, y 40 dispensadores de gel hidroalcohólico

El personal sanitario no se cansa de repetir que la pandemia del coronavirus sigue aquí y que, aunque la situación no es como la de hace tres o cuatro meses, precisamente por las medidas de contención que se tomaron, no hay que bajar la guardia bajo ningún concepto. La médica del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Burgos, Dolores García Arcal, insiste en que no se debe relajar el comportamiento ciudadano para evitar la transmisión: "La vigilancia contra el virus tiene que seguir siendo extrema".

Ha sido este servicio el encargado de diseñar la normativa para pacientes y visitantes del HUBU desde que comenzó la denominada desescalada ya que, lógicamente, el movimiento dentro del centro sanitario no puede ser el mismo que antes del inicio de la crisis sanitaria. Así, no se permite la presencia de más de un acompañante por paciente ingresado -que, además, tiene que estar asintomático y, preferentemente, tener menos de 70 años- y solo cuando sea necesario, lo que se ha dejado a criterio del personal de Enfermería. En el caso específico de las visitas a los recién nacidos, si están en la Unidad de Neonatología pueden ser visitados por su madre y su padre las 24 horas del día y si el bebé está sano y permanece con la madre puede recibir solo visitas del padre, también las 24 horas.

Por lo demás, las normas que se exigen para desenvolverse en el hospital son idénticas a las que rigen en el resto de la sociedad y se recuerdan repetidamente con carteles por todo el hospital : mantener la distancia de seguridad (de dos metros) tanto con otros pacientes como visitantes y profesionales, realizar la higiene de manos con frecuencia durante la visita así como a la entrada y a la salida de la habitación, y llevar durante todo el tiempo que se permanezca en el interior del centro sanitario una mascarilla quirúrgica que cubra boca y nariz.

Las indicaciones para los pacientes que han de acudir a las consultas externas son las mismas: distancia social, higiene de manos y mascarilla, además de no acudir al hospital antes de la hora indicada para su cita y preferiblemente sin acompañantes. Si es necesario, se indica que la persona que vaya con el enfermo esté asintomática, que sea menor de 70 años y no tenga factores de riesgo.

Si se da el caso de que alguien llega sin mascarilla puede conseguirla de forma gratuita en cuatro máquinas dispensadoras que se han colocado en el hall principal, en la entrada de consultas externas, en Radioterapia y en el área de Admisión de Urgencias. En los carteles que están distribuidos por todas partes, además, se recuerda que si se tiene que manipular la mascarilla se haga tocando las gomas y lavándose las manos posteriormente y que se advierta a los sanitarios si se tiene fiebre o síntomas respiratorios. También hay 40 dispensadores de gel hidroalcohólico por todo el hospital.

Otras medidas que se han implementado son el refuerzo de la limpieza y desinfección y la señalización de asientos y líneas en el suelo para mantener la distancia de seguridad. En áreas administrativas y en la Unidad de Recuperación de Digestivo se han colocado mamparas transparentes. En cada servicio se ha realizado un plan específico de prevención y se han establecido espacios diferenciados para pacientes covid en consultas externas y quirófanos.

En forma general, el comportamiento de las personas que acuden al Hospital Universitario de Burgos está siendo correcto, indicó la doctora García Arcal, que afirma que ya hay un porcentaje muy alto de la población que sabe colocarse correctamente la mascarilla: "Imagino que, como ocurre siempre, es posible que haya habido problemas puntuales pero la gente, en su conjunto, está respetando las normas con responsabilidad. Es necesario que todo el mundo esté concienciado porque nos jugamos mucho y de la responsabilidad individual depende que no se produzcan rebrotes".