El Arco del Amparo lo tiene que arreglar su dueño

C.M.
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No es Bien de Interés Cultural pero tiene protección integral y forma parte de la muralla de la ciudad

Desde el 10 de mayo está cerrado después de que hubiera varios desprendimientos. - Foto: Christian Castrillo

El Arco del Amparo no es propiedad ni de Patrimonio Nacional ni del Ayuntamiento sino de un particular. De modo, que solo a él le corresponde el arreglo de los desprendimientos que sufrió el pasado día 10. Desde ese día permanece cortado al paso de peatones y de tráfico tras ser clausurado por los Bomberos. La portada está asociada a una vivienda colindante que ha colgado el cartel de ‘se vende’ como puede verse en la fachada.

De modo, que ante la decisión de la propiedad de deshacerse del inmueble no parece que su reparación se lleve a cabo a corto plazo.

No es la primera vez que se desprenden elementos del interior, principalmente yeso. También se han caído partes de las piedras que lo componen, algunas por la falta de mantenimiento y otras debido al paso de vehículos pesados. Lo cierto es que la Asociación de Vecinos del Entorno Huelgas y el Parral (Avehupa) ya se dirigió hace un año al Ayuntamiento para alertar del estado del arco, así como también a Patrimonio Nacional. «Los desprendimientos no solo afectan a la seguridad sino que el arco se encuentra en un estado lamentable de conservación, por no hablar del cableado y la suciedad. No hay muchos visos de que se vaya a intervenir», indicaron. 

También la anterior concejala no adscrita Silvia Álvarez de Eulate se interesó por su estado y trasladó el problema a la junta de distrito en el mandato anterior sin éxito. 

El Arco del Amparo, del siglo XIV tiene protección integral al estar incluido dentro del Plan Especial del Centro Histórico (PECH) aunque en el caso de la vivienda la protección es ambiental. Cuenta con dos alturas y una superficie de 188 metros mientras que la construida alcanza los 519 metros cuadrado.

Forma parte de la muralla de la ciudad. Según consta en la ficha del PGOU , sobre él pesó un expediente de declaración de ruina en 1985 aunque sus anteriores propietarios llevaron a cabo un profunda rehabilitación. Presenta humedades en la sillería y deterioro en los elementos de madera. El arco apuntado de sillería es de piedra caliza y en el paso interior tiene una imagen con la virgen y el niño. Cuenta con una decoración de madera con ménsulas con una letra en el frente de cada una que componen juntas las palabras Ave María. 

Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la propiedad para conocer sus intenciones pero no ha obtenido respuesta