El Ayuntamiento de Burgos aprobará de manera inicial la nueva ordenanza de terrazas en el Pleno del día 18 de noviembre, después de introducir en su articulado algunas sugerencias realizadas por grupos municipales y colectivos y también distintas seccines municipales como Tráfico, Policía Local, Bomberos o Ingeniería Industrial. Tras la aprobación, el documento se someterá a información pública durante 30 días para que se puedan presentar alegaciones y después resolverlas y aprobarla definitivamente. La previsión es que sea en el primer trimestre de 2023. De este modo, se prolongará el decreto de Alcaldía dictado durante la pandemia y posteriormente los hosteleros tendrán 6 meses para adaptarse a la nueva normativa. 

Entre las modificaciones destaca el cierre un cuarto de hora antes para que se pueda hacer un desalojo ordenado de la terraza o la necesidad de dejar 1,50 metros desde la terraza a una zona de juegos infantiles. Además, en el primer documento se planteó que si un hostelero quiere instalar una terraza en plazas de aparcamiento debería contar con un informe que dijera que en la zona no había carestía de plazas, pero ahora será la Policía Local la que se encargará de elaborar un mapa que determine las zonas en las que no hay carencia de aparcamiento.