'Fake news' de alterne

P.C.P.
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La gerencia del club de Villanueva de las Carretas ve una mano negra detrás de los carteles con falsos descuentos

Carteles como este han sido pegados en las inmediaciones del club (al fondo). - Foto: Alberto Rodrigo

Una orquesta de perros ensaya diferentes tonos de ladrido en una de las casas más cercanas al club de Villanueva de las Carretas, junto al cartel que marca el final del término de esta pedanía de Villaquirán de la Puebla, cerca de Pampliega. Alguien se ha dejado la radio puesta en la huerta trasera pero no da señales de vida. Tampoco en la vivienda de enfrente, con el tendedero lleno de prendas infantiles, saben si en el club hay mucho movimiento. Al menos de puertas para afuera, no se mueve la ropa.  

Lo confirma Agustín, un vecino que enfila en su segundo paseo del día hacia la estación de servicio, el lugar de reunión de la zona a falta de otro. En dirección contraria, hacia el local de alterne, asegura no dirigir nunca sus pasos, aunque en verano sí ve a las chicas que van a tomarse un chisme a la gasolinera. Pero durante el invierno ni se asoman, pese a que la gerencia del local insiste en que tienen libertad de movimientos y muestra la llave puesta en la cerradura, que cualquiera de ellas puede usar.

Con este paisaje casi marciano, no se antojan muy efectivos los  carteles con los que supuestamente se anuncia el club como 'Fundación Las Carretas ONG'. Tamaño folio e imposibles de divisar desde la cabina del único camión que cruza la travesía de la vieja carretera de Valladolid en media hora. En el entorno del local han pegado tres, uno en los contenedores y otros dos en puertas de casas en ruina. Cada cual puede escoger la alegoría que prefiera: de la prostitución, de la España vaciada, de la sociedad que permite que se bombardeen corredores humanitarios y hospitales de niños...

Al local le están haciendo un lavado de cara, de ahí el somier junto al contenedor de obra.Al local le están haciendo un lavado de cara, de ahí el somier junto al contenedor de obra. - Foto: Alberto Rodrigo

La primera regla para conseguir una publicidad efectiva pasa por elegir el mejor canal para llegar al destinatario y no parece que esos lamentables folios ahí pegados vayan a conseguirlo.

Quien redactó el mensaje tampoco tiene muy claro su público objetivo. Habla de los varones censados en el pueblo y los divide en jubilados, parados con ingresos inferiores a 800 euros, desempleados que cobren más de esa cantidad y el resto de hombres, con una supuesta oferta personalizada para cada uno. Según el INE, en Villanueva de las Carretas están censadas 33 personas y Agustín asegura que no hay más de 4 casas abiertas este invierno, así que imposible encontrar tantas categorías de residentes como las que enumera el dichoso cartel.

Para más inri, está fechado en el año del Señor de 2022 y con un corazón que coronar la firma de cierra, ininteligible.

Los dueños del local, que desde hace muchos años pertenece a la misma familia, niegan por supuesto la autoría de estos carteles, que ni siquiera habían visto pegados en las inmediaciones del club. «No solemos poner anuncios.Si tenemos algún evento lo publicamos en la web», explican. Tampoco necesitan esos ganchos. «Hay días buenos, días malos, pero como en todos los sitios», reconocen. Desde que comenzó la pandemia apenas hay «dos o tres chicas», pese a tener 6 habitaciones disponibles.

A estas alturas, parece claro que la supuesta oferta no es sino una 'fake news'. En toda guerra de desinformación cada batalla tiene un objetivo; solo quedan definir qué busca quien ha lanzado este bulo, que sonaría a chiste si no fuera por la indignidad de comparar el negocio con una ONG.

Los gerentes tienen claro que alguien persigue hacerles daño. Saben hacia dónde dirigir sus sospechas, aunque no quieren adelantar acontecimientos.Aseguran que, llegado el momento, todo saldrá a la luz. Y avisan de que no van a ceder ante las amenazas, aunque no sean tan sutiles como esta.