«Temí que me cortaran, pero me mantuve fuerte de cabeza»

CARMELO PALACIOS
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Gonzalo Corbalán es el hombre de moda en el Hereda San Pablo. Le sobra carácter y talento, pero no siempre ha podido demostrarlo. En esta entrevista con DB charla sobre sus primeros meses como profesional

Gonzalo Corbalán es el hombre de moda en el Hereda San Pablo Burgos. - Foto: Valdivielso

El base/escolta argentino, de tan solo 20 años, ha pasado de apenas tener minutos y estar en la cuerda floja por ocupar plaza de extracomunitario a convertirse en una pieza importante dentro del equipo. Diario de Burgos se sienta con Gonzalo Corbalán para charlar sobre sus primeros meses como profesional, su frustración por no jugar, su nuevo rol, sus expectativas y también las del Hereda San Pablo Burgos para lo que resta de temporada.

¿Están tanto el San Pablo como usted en el mejor momento de la campaña?
Sí, eso seguro. Ahora estamos en el mejor momento colectivo. Hubiera sido ideal empezar así, pero no se dio.

Hacía falta tener buenas sensaciones después de una primera vuelta muy difícil, ¿ha sido muy duro para el vestuario ver que no llegaban los resultados?
Ha sido duro, pero quizá no tanto porque tenemos muchos jugadores con experiencia y saben que no es fácil ganar todo. Obviamente no esperábamos empezar así, pero el equipo fue duro de cabeza y supo entender la situación. No nos vinimos abajo y el vestuario se mantuvo bien. 

Cuando llega en verano y ve la plantilla que se ha montado me imagino que pensaba que iba a ser más fácil ganar de lo que finalmente ha sido...

Más que nada yo creo que esa era la sensación que tenía la gente porque los jugadores experimentados ya sabían que con nombres no se ganaba. Además, el hecho de que el San Pablo haya sido campeón de Europa no hace sino dar más incentivos a los rivales para querer ganarnos. Obviamente, con el equipo que tenemos esperábamos estar mejor, pero ahora estamos en el buen camino.

Es su primer año como profesional, ¿le ha sorprendido el nivel de la LEB Oro?

Sí, me ha sorprendido. Conocía la competición de antes, pero jugarla es diferente. Es muy física, demasiado física, y se generan pocos espacios.

Desde que llegó Luka Rupnik, ¿se siente más liberado al delegar un poco la dirección de juego?
Sí, me siento más liberado porque es un jugador que nos ayuda mucho, que sube el balón, genera, juega el pick&roll, tiene visión de juego... Creo que su fichaje ha ayudado mentalmente al equipo.

A la vez que una ayuda era también más competencia en la plantilla, ¿cómo llevaba que pese a jugar bien cuando salía apenas entrara en la rotación con Paco Olmos?
Fue duro de entender. En los entrenamientos yo creía que podía jugar y los minutos que entraba en los partidos sentía que generaba. Igual porque es mi primer año y soy el más chico... no sé... es una decisión del entrenador. Lo que tenía claro era que tenía que estar preparado para cuando saliera esos cuatro minutos jugar bien y así ganarme un minutito más y después otro más.

Olmos pedía paciencia en las ruedas de prensa porque es muy joven, pero supongo que Corbalán lo que quería era jugar...

(Ríe) Sí, claro, claro. Yo quería jugar, todos quieren jugar, pero era su decisión.

Con Segura tampoco entró al principio en la rotación y ocupando plaza de extracomunitario su continuidad estaba en riesgo, ¿temió que le pudieran cortar?
Sí, temí y se me pasó por la cabeza que me podían cortar, pero me mantuve fuerte de cabeza. Antes de empezar la temporada ya sabía que podía pasar, que era una opción. No entraba a la cancha pensando que si fallaba iba a venir un americano, sino que esos pensamientos llegaban más cuando me iba a casa después de no jugar.

¿Le llega a afectar en su día a día?
Me mantuve fuerte de cabeza y no me llegó a afectar en el juego. Intenté aprovechar los minutos que tuve. En la cancha nunca tuve esa presión, en ese momento no pensaba: 'van a traer a otro y seguro que me sacan a mí porque soy el más chico'. 

(Entrevista completa, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)