No han sido pocos los conductores que de buena mañana se han encontrado la ventanilla del coche reventada y el interior revuelto. En las últimas dos semanas, se han sucedido las denuncias en la Comisaría Provincial por asaltos en vehículos más propios de los años 80 que del recién estrenado 2023. Robos con fuerza en automóviles aparcados en la calle (algunos también en garajes) en los que los delincuentes buscan enseres de valor que poder vender fácil en el mercado de segunda mano y así poder pagarse la siguiente dosis de droga. Ese es, al menos, el perfil de los ladrones que maneja la Policía Nacional. Ya hay un detenido por esta oleada, pero barajan otros dos o tres sospechosos. 

El último episodio conocido de este tipo se produjo el pasado lunes en el Paseo de la Isla, frente al Hospital San Juan de Dios. Un vehículo de alta gama estacionado en este lugar apareció con la ventanilla del copiloto reventada. El, o los cacos, utilizaron un sillín de bicicleta para reventarlo. El propietario se lo encontró completamente revuelto, lo que daba la pista de que el objetivo era localizar objetos que pudieran tener algo de valor, o al menos salida en la venta de segunda mano. 

Ha sido este, siempre, el modus operandi de los delincuentes. Según fuentes de la Comisaría Provincial, se producen varios en cuestión de minutos. Si en el primero que revientan no encuentran nada, lo intentan con el siguiente que esté aparcado. Así hasta que encuentren uno o varios enseres que puedan vender fácil y así pagarse la dosis de droga del día. 

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)