Salvo que la próxima Corporación que salga de las urnas diga lo contrario y asuma la siempre difícil decisión de trasladar las barracas a otro barrio de la ciudad, la feria de atracciones se mantendrá en el polígono de Villalonquéjar hasta al menos 2025. Ese es el plazo más optimista ya que antes de poder planificar el acondicionamiento de la parcela de Parralillos a la que se quiere llevar la feria (en el solar donde antiguamente estuvieron los depósitos de CLH), el Ayuntamiento deberá de haber aprobado una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Porque esos terrenos están clasificados en este momento como dotacionales de equipamiento educativo y en el número uno de la Plaza Mayor saben que ese uso no es compatible con el que se le quiere dar. Superado ese escollo, la tarea se deberá centrar en licitar un proyecto de urbanización para acondicionar ese espacio, redactarlo y aprobarlo y sacar a concurso la ejecución de las obras.

Lo cierto es que estimar unos plazos cuando de lo que se trata es de modificar el PGOU, el principal documento urbanístico de la ciudad, supone hablar, en el mejor de los casos, de una tramitación mínima de entre seis y ocho meses. Pero ejemplos hay, también más o menos recientes, en los que se ha dilatado durante bastante más tiempo. En el equipo de Gobierno se darían con un canto en los dientes si esta tramitación está resuelta antes de que termine este año.

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