La inclusión en el Presupuesto del Ayuntamiento de previsiones de ingresos por la venta de lo que se llama Patrimonio Municipal del Suelo ha operado, tradicionalmente, más como una herramienta para poder cuadrar las cuentas e incluir en las mismas inversiones imposibles de pagar con cargo a esa partida que como una opción real de poder desprenderse de bienes municipales. Este ejercicio no ha sido una excepción y el Consistorio capitalino estima que percibirá un millón de euros por alguna enajenación. Para ello, ha publicado una relación de bienes potencialmente vendibles por valor de más de 9 millones de euros.

No son muchas las esperanzas de encontrar compradores, pero en el Ejecutivo local aseguran estar receptivos al interés del sector privado por hacerse con alguna de estas propiedades. La de mayor valor de todas ellas es el edificio ubicado en el número 2 de la plaza del Rey San Fernando, que antaño estuvo ocupado por los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento y por alguna asociación. Se ha tasado en 3,6 millones de euros.

Ha pasado más de una década desde que el Ayuntamiento realizó un lavado de cara del inmueble, que se quedó en poco más que en el arreglo de la fachada y la cubierta. Por dentro se hace necesaria una rehabilitación en profundidad que las distintas corporaciones municipales han ido aplazando.

Es cierto que en este mandato se ha realizado alguna visita al edificio ante la posibilidad de que pudiera acoger algún servicio municipal. Sin embargo, esta opción siempre se ha descartado ya que los técnicos ven compleja la adaptación del interior para un uso administrativo (por cuestiones de accesibilidad).

Respecto al resto de propiedades que el Ayuntamiento entiende que son susceptibles de ser vendidas se encuentran dos parcela de uso fundamentalmente residencial (aunque también terciario) en la zona de Cellophane, valoradas cada una de ellas en alrededor de 1,9 millones de euros, y otro solar de uso terciario en el mismo entorno por el que se podrían ingresar otros 1,2 millones.

A esto se suma un aprovechamiento en la calle Manuel de la Cuesta (el Ayuntamiento comparte la propiedad) que le podría granjear a las arcas municipales 1,1 millones de euros.

Con el millón que espera ingresar el Ayuntamiento se contempla pagar 700.000 euros de la ampliación de la Aduana, una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (250.000) y la última aportación de la subestación eléctrica de Villalonquéjar.