«Ahora no pienso en ganar un Balón de Oro». Son palabras de un muchacho que hace cinco años iba a comerse el mundo… y el mundo se lo tragó. Marco Asensio tenía la calidad suficiente (y el 'marketing' y la propaganda detrás, todo hay que decirlo) para aparcar en la élite más exclusiva del fútbol internacional, pero su estrella se fue apagando.
Las declaraciones que abren este artículo se produjeron un 29 de septiembre de 2017, el día en que Asensio renovaba su contrato con el Real Madrid hasta 2023. Una semana antes, L'Equipe coronaba al balear como el mejor sub'21 del planeta por encima de Delle Alli, Mbappé y Dembélé. Ni siquiera las cifras pagadas aquel verano por los franceses (180 por Kylian, 140 por Ousmane) movieron la decisión del diario galo, que mantuvo al español en lo más alto del podio. Reciente estaba su exhibición ante el Barcelona en la Supercopa (dos goles en el 5-1 global) y los 3,5 millones de euros que pagó el Real Madrid al Mallorca por sus servicios se pintaban como la mayor ganga en la historia del fútbol.
Cinco zancadillas
¿Y dónde se truncó todo? No hay una respuesta concreta y sí muchas pequeñas respuestas que, juntas, tal vez conformen la verdad definitiva. Por un lado, en las expectativas: el jugador llegó con apenas 20 años al Bernabéu (después de una cesión en el Espanyol donde apenas había dejado cuatro goles en 37 partidos) y, en efecto, todo ese 'marketing' vendió al futbolista como el próximo gran fenómeno mundial. Y ese es un mal endémico de nuestro balonpié, el de esperar mucho más de lo justo y criticar si no llega. Por otro lado, la competencia. En la 16/17, cuando viste por fin de blanco, Cristiano y Benzema son indiscutibles en punta, y Zidane tenía para elegir entre Bale, James, Isco en plena forma o el propio Álvaro Morata, segundo máximo goleador aquel curso tras 'CR7'.
Por un tercer lado, el vacío tras Cristiano Ronaldo (que había señalado a Asensio como su heredero directo) y la pésima 18/19, con tres entrenadores y un curso en el que todos los jugadores se devaluaron: algunos más que otros. Un cuarto lado de la respuesta: la grave lesión de verano de 2019. Marco Asensio ya había explotado como figura: 97 partidos y 21 goles en dos temporadas más el reconocimiento del planeta-fútbol y, cuando había encontrado ya su sitio, todo se truncó en Estados Unidos. Durante la concentración de pretemporada del equipo, poco después de anotar en un amistoso ante el Arsenal se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco de la rodilla izquierda. Y como último lado, la imparable revolución brasileña: ese año llegaría Vinícius y al siguiente, Rodrygo, dos efectivos que aterrizaron en Chamartín con la juventud de aquel Asensio encumbrado con 19 añitos y con todo el camino aún por recorrer.
Evolución
Con esas cinco 'patas' se escribe perfectamente la evolución del balear hasta este presente que intenta reescribir. El aficionado medio asiste a la segunda explosión de un futbolista único, de momentos, de chispa, con una pierna izquierda exquisita, una técnica individual asombrosa para un chico no nacido en Brasil y una facilidad para interpretar el ataque (sus pausas y sus huecos, desborde y golpeo) como pocos. Algo parecido a aquel jugador por el que el Liverpool de Klopp estaba dispuesto a ofrecer, según rumores, cerca de 150 millones de euros.
Luis Enrique nunca le perdió de vista. De hecho, fue una de las piezas fundamentales en los primeros paseos del asturiano como seleccionador: en su estreno con España, en la Liga de las Naciones ante Inglaterra (8 de septiembre de 2018), Asensio jugó en Wembley. Todas las circunstancias anteriores le hicieron desaparecer del 'mapa' de la absoluta… a la que ha vuelto después de un final de campaña (Liga y Champions) en el que ha vuelto a sentirse protagonista: 42 compromisos jugados, 12 tantos: su mejor marca anotadora desde que se convirtió en profesional.
«¿La convocatoria de Asensio? No nos engañemos: hay bajas en su posición, pero eso no significa que no vaya a volver. Las oportunidades están para aprovecharlas», expresó el entrenador de la Roja cuando ofreció la lista para estos cuatro partidos de la competición continental. En esta 'ventana', solo Gavi ha aprovechado mejor su tiempo pare reivindicar una plaza en el once titular español: media hora colosal en el último encuentro ante la República Checa y dos asistencias en tres duelos.
El futuro
Con el contrato finiquitando en 2023 y esta 'nueva política' de fichajes a coste cero tan de moda en el fútbol, el Real Madrid se debate entre mantener a una de las apuestas más firmes en su plantilla (aún tiene 25 años) o hacer caja. A este respecto, toda la semana ha sido un bombardeo de rumores sobre el futuro de Marco Asensio: el Milan, flamante campeón de Italia, quiere al jugador como estandarte del nuevo proyecto a las órdenes de Pioli; pero otras noticias le sitúan en la Juventus, en el Newcastle, en el Arsenal… al parecer, Jorge Mendes quiere sacarle de Chamartín este verano para 'engordar' la comisión. Y el jugador no pierde de vista que cualquiera que sea el destino («Incluso quedarme en Madrid», aseguró hace poco) debe tratarse de un trampolín hacia Catar... y su regreso a ese Olimpo donde fue uno de los más cotizados del mundo.