Doble estreno en Río Vena

C.M.
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La escuela infantil Río Vena reabre ocho cursos después de su cierre con 62 alumnos, 13 trabajadores y un moderno edificio de consumo prácticamente nulo. Todavía quedan 77 plazas vacantes en centros municipales

La mañana fue muy ajetreada para escolares y educadores en el nuevo centro. - Foto: Patricia

Llega septiembre y cientos de niños y niñas de 0 a 3 años comienzan o continúan el primer ciclo de educación Infantil, una enseñanza no obligatoria pero a la que acuden muchas familias para poder conciliar la vida laboral y familiar. Unos llorando, otros intentando dar la vuelta llamando a su padre o madre y otros, al ser tan pequeños, sin ser conscientes de lo que sucedía fueron poco a poco llenando las aulas. Los que ayer comenzaron el curso en la escuela municipal Río Vena fueron protagonistas de un doble estreno, el del edificio y el de la etapa educativa.

Y es que ocho cursos después de su cierre la escuela infantil Río Vena, la primera que impulsó el Ayuntamiento dentro de su red y que supuso un referente en la ciudad, reabrió sus puertas después en un moderno edificio y con 62 menores de 0 a 3 años matriculados y 13 trabajadores. La primera jornada abrió con normalidad con los ajustes que siempre son necesarios en un inmueble de nueva creación. 

Desde primera hora de la mañana las familias fueron llevando a sus hijos e hijas al centro después de que el viernes el equipo directivo del centro mantuviera una reunión para dar a conocer todos los detalles. No ha dado tiempo a montar la cocina pero la empresa Arasti Barca, que gestiona las escuelas infantiles municipales, ha contratado un cátering. 

El inmueble se ha diseñado en torno a un gran patio central y los espacios se adaptan en función de las necesidades. Será el primer edificio municipal de consumo prácticamente nulo. También se ha concebido el centro con espacios versátiles para diseñar los programas educativos y fomentar las relaciones entre cursos. «La idea es que tenga la máxima flexibilidad para poder hacer actividades entre grupos o incluso con los padres y madres», indicó la directora del centro, Maite del Monte. 

El centro educativo oferta 102 plazas, de las que 82 están ocupadas. La mayor lista de espera estaba en el grupo de 1 a 2 años, de modo que se ha ajustado la oferta a la demanda y se ha ampliado en detrimento del de 2 a 3 años, en la que había menos. Y es que una vez implantada la gratuidad de 2 a 3 años por parte de la Junta de Castilla y León muchas familias han optado por llevar a su hijos e hijas en esta etapa a los colegios para luego garantizarse una plaza en el segundo ciclo de Infantil. «Esperamos que la situación revierta en las próximas semanas o meses ya que las posibilidades de conciliación y de calidad de nuestras escuelas infantiles es muy alta, pudiendo estar los menores hasta ocho horas y media diarias en el caso de que las familias lo necesiten y cubrimos todos los días del año, siendo la atención mucho más allá del calendario escolar», indicó la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez. 

Y es que la gratuidad del tercer curso del primer ciclo de Infantil solo abarca el horario de 9 a 14 horas. El resto de horas y el comedor debe ser abonado a parte por las familias. Este hecho ha generado algunas críticas entre los progenitores, que piden que se pueda recoger a los menores antes de las 14 horas al ser demasiado tiempo para edades tan tempranas. 

En la actualidad los cuatro centros municipales, Pequeño Cid, Villalonquéjar, Gigantillos y Río Vena tienen matriculados 310 menores. Quedan 62 plazas en tres centros más otras 15 que se reservan para casos sociales (5 por centro). Todavía está abierta la matrícula.