'Cuentaconmigo' para evitar tu soledad sentida

SPC
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Solidaridad Intergeneracional crea 41 redes vecinales en Castilla y León para aumentar las relaciones de los vecinos de la España vaciada

‘Cuentaconmigo’ para evitar tu soledad sentida - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez., Eugenio Gutiérrez

Los habitantes de la España Vaciada son más proclives a sufrir la soledad sentida, esa que no se busca, que aparece sin querer y de la que es más difícil salir de ella porque hay un menor número de personas en el pueblo donde habitan para entablar algún contacto social y que este sea de calidad.

Es la soledad, ese sentimiento, que también afecta a los habitantes del medio urbano pero en diferente medida, una de las grandes epidemias del siglo XXI, según los psicólogos, que apuntan que el silencio les lleva a sentir angustia, ansiedad e inseguridad; agrava enfermedades crónicas y ayuda a perpetuar patologías como la hipertensión, el colesterol o la diabetes.

La organización de servicios sociales Solidaridad Intergeneracional trabaja en el medio rural para crear redes vecinales que palíen la angustia que genera el estar solo en los pueblos, en aquellos lugares donde el ocio se limita al paseo diario; a salir, tras oír el pitido de la furgoneta del panadero o acudir a misa los domingos.

Elvira Alejandre es psicóloga de Solidaridad Intergeneracional y coordina el programa ‘Cuentaconmigo’ en la provincia de Zamora, donde se han creado tres redes vecinales en Villanueva de Valrojo, Ferreras de Arriba y Colinas de Trasmonte. La especialista recalca que a pesar de que en la España Vaciada la epidemia de la soledad es virulenta, en los pueblos sigue existiendo valores de convivencia y se da una solidaridad espontánea que sí se ha perdido en el medio urbano.

“En el medio rural hay menos número de personas, por lo tanto, menos posibilidad de contactar los unos con los otros. En ocasiones ocurre que un vecino vive a la entrada y otro a la salida y pasan los días sin verse. La soledad no deseada se produce por una discrepancia bien entre lo que yo quiero y lo que yo tengo en relación a mis contactos sociales, o bien, o por la calidad, es decir, puedo estar rodeada de gente pero no me aportan ni confianza ni seguridad”, plantea.

Solidaridad Intergeneracional promueve para paliar los efectos de esta lacra la creación de redes vecinales. Tutelados, en un principio, por terapeutas ocupacionales o trabajadoras sociales, los vecinos de la España vaciada se reúnen para hacer actividades lúdicas que van desde jugar a las cartas, a hacer manualidades, adornar el pueblo, realizar talleres cognitivos (mejora de la memoria) o preparar una obra de teatro. Ellas, sobre todo, pues los hombres son menos proclives a la participación colectiva, pasan las duras y frías tardes de invierno en compañía y mientras realizan una actividad agradable pueden estrechar lazos con sus vecinas. Además, cuando vuelven a casa “siempre tienen algo que contar”.

Esperanza Muñoz (Valdanzo, Soria) así lo atestigua. Afirma que desde que participa en los talleres organizados por la Solidaridad Intergeneracional tutelados por la educadora social, Ana Bermejo, está más activa, pues tiene un objetivo y una preocupación. Ella, junto con Leonor Antona y Rosa Delgado, entre otras, han participado en varios talleres de manualidades. “Yo me encuentro mucho mejor. Había días que no veía a nadie ni cuando iba a por el pan o andar y eso es muy triste”, relata esta última.

La Castilla vacía

Solidaridad Intergeneracional trabaja activando las relaciones sociales de los pueblos del país, sin embargo, fija su atención especialmente en Castilla y León, dónde ha creado 41 redes sociales.

La presidenta del colectivo, Ana Isabel Esteban, avisa de que en esta Comunidad Autónoma existe un “problema de tal magnitud” que mucha gente todavía no es consciente de ello, y aboga porque en el medio rural se produzca la revolución tecnológica y de ella manen las soluciones para paliar los efectos del cambio climático.

“En un par de décadas un porcentaje de pueblos muy importantes de Castilla y León van a desparecer porque están muy envejecidos”, avisa, para recordar que el colectivo lleva décadas traladando a los Gobiernos, de uno y otro signo, de que el medio rural, y sobre todo, esta Comunidad se dedica a expulsar a gente, mientras “miran para otro lado”.

Es por ello, que apostilla la necesidad de apostar por la teleasistencia y enseñar a manejar a la población más envejecida las nuevas tecnologías como método también de evitar el aislamiento.

En este aspecto, apunta a que en Francia ha sabido revalorizar a la población del medio rural, se les ha dado servicios y actividades económicas atractivas que han ayudado a repoblar sus pueblos.

La presidenta recalca que en Castilla y León se han creado 41 redes vecinales que aminoran esa soledad sentida, que en muchas ocasiones, afecta a gente de la que “nadie se ocupa o a la que nadie interesa”.

“La soledad generada por la despoblación y el envejecimiento es tan terrible que a veces la gente del medio rural en vez de en hogares vive en jaulas porque han perdido toda su red social y cada vez se enclaustran más en sí mismos. Nosotros tratamos que compartan momentos, ya no solo entre sus coetáneos sino con gente más joven, es decir, con los habitantes de su pueblo”, dijo.

Idesia González con 84 abriles en su cuerpo cuida de su marido dependiente en Valdanzo y ahora gracias a los talleres que ha preparado Ana Bermejo tiene una actividad que le satisface y le palia el desgaste de ser “cuidador”. “Me siento menos triste porque nos reímos mucho. Ahora anochece muy pronto y hay días que no ves a nadie”, describe, para señalar que en su pueblo hacía 12 años que no se organizaba una actividad comunitaria alguna.