Oña cerrará al tráfico 5 calles y no ofrecerá más aparcamiento

S.F.L.
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El Consistorio pretende liberar de vehículos el centro y frenar las malas prácticas a la hora de estacionar usando bolardos retráctiles en las vías Convento, Estudio, Pestiño, Barruso y Pan

En la calle Convento de la villa condal siguen estacionando vehículos a pesar de que el Ayuntamiento ha prohibido el paso a los no autorizados. - Foto: S.F.L.

El plan integral de movilidad sostenible que el Ayuntamiento de Oña inició hace años buscando mejorar y recuperar espacios en el centro histórico de la villa da un nuevo giro. Desde que el equipo de gobierno consideró oportuno peatonalizar la plaza del Conde Sancho García ha comprobado como la gran mayoría de los vecinos y hosteleros apuestan por un centro sin circulación, o mejor dicho, con la mínima. Por ello, proyectan cerrar al tráfico definitivamente mediante bolardos retráctiles (con excepciones) otras cinco céntricas calles y no construir más espacios destinados a aparcar.

El tráfico rodado en el interior de la villa se halla supeditado al trazado urbano de sus vías, que por antigüedad, la mayoría no están adecuadas a la coexistencia entre peatón y vehículo, resultando imposible esta condición en algunos casos. Estas corresponden a los tramos de la calle Convento y la calle Estudio -colindantes con el monasterio de San Salvador y su plaza, Pestiño, Barruso en toda su longitud y Pan. De igual forma se tomarán medidas en la plaza del Ayuntamiento que, a pesar de impedir el paso de turismos, existe cierta unión entre viandantes y vehículos para comunicar la calle Pan con Pestiño y dar acceso a Barruso, y en determinadas ocasiones han llegado incluso a estacionar motos. 

Respecto a las plazas de aparcamiento que se perderán con la peatonalización, el alcalde oniense, Arturo Pérez, manifiesta que «tenemos más que suficientes repartidas en el parque de La Presa, junto a la Casa del Parque, en el cuartel de la Guardia Civil y por el camino de Tamayo para la demanda que hay y no y no transformaremos otras áreas en aparcamientos».

Por otro lado, el regidor asegura que con esta medida «evitaremos también ruidos, malos olores, y fomentaremos el tránsito peatonal libre de humos». Para ello, dichas peatonalizaciones se realizará tras la instalación de contadores de coches y transeúntes en los accesos y salidas de las calles para hacer un estudio previo del tráfico rodado, y así «tomar las decisiones más adecuadas a la hora de elegir un horario para permitir que entren y salgan los viajantes que acuden a los comercios para vender productos o los vecinos de la zona», expone. Dichos artilugios se mantendrán incluso tras la actuación para comprobar el impacto de las medidas de reducción de contaminantes y el aprovechamiento por parte de los ciudadanos. 

Mejorar el acceso. El ambicioso proyecto valorado en 552.566 euros también incluye la construcción de un nuevo acceso al municipio desde la carretera N-232 porque el existente presenta dificultades en caso de necesitar realizar cambios de dirección o sentido, en función al sentido de la marcha que se lleve, requiriendo giros muy cerrados y en algunos casos, cambios de sentido potencialmente peligrosos.

El equipo técnico municipal plantea la ejecución de un tercer carril a la altura del aparcamiento que se alargará pocos metros hasta el puente situado al lado del cuartel de la Guardia Civil que permita esos movimientos para la entrada y salida del municipio. Con esto conseguirán que los vehículos que quieran entrar al pueblo no se vean obligados a esperar en la carretera y utilicen la vía alternativa para hacer un cambio de sentido, de tal forma que no se generen situaciones de peligro. 

La calzada tan solo dispone de un carril por sentido, provocando que los conductores que quieren acceder al centro del municipio se vean obligados a parar en el caso de que vengan otros vehículos en la otra dirección, y esperar obstaculizando a los que continúan su ruta por la nacional.