Los colombianos impulsan una nueva ola de inmigración a Burgos

H. JIMÉNEZ
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Tras caer en picado durante la pandemia, el segundo semestre de 2021 marcó el quinto mayor registro de extranjeros en 14 años, con varios países destacados

Concentración de colombianos en la Plaza Mayor para protestar por la situación de pobreza y desigualdad el pasado mes de mayo. - Foto: Jesús J. Matías

Vienen por razones políticas, sociales, personales y fundamentalmente económicas. Pese a todas las dificultades por las que pasan sus democracias, la vieja Europa y en particular España siguen siendo tierras atractivas para quienes buscan una vida mejor, y la provincia de Burgos también lo ha empezado a notar en cuanto las consecuencias de la pandemia lo permitieron.

Durante el segundo semestre del año 2021 el flujo de inmigración procedente del extranjero sumó al censo provincial 1.623 personas según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística. Supone un claro repunte respecto al comienzo del año pasado y al radical bajón del año 2020, y de hecho el dato semestral se convierte en el quinto mejor de toda la serie que arranca en el año 2008. En catorce años solo han llegado más inmigrantes en determinados momentos del citado 2008, 2018 y 2019. Justo a las puertas del crack financiero de finales de la década anterior y justo antes de que la crisis del coronavirus se echase encima de todo el planeta.

El dato global puede desgranarse además analizando el origen por países, y aquí se detecta una llamativa evolución de un colectivo que durante mucho tiempo agrupó a los dos principales orígenes. Rumanía y Bulgaria, ambos situados en la Europa del Este, antiguamente en la órbita soviética, entraron a formar parte de la UE el 1 de enero de 2007. A partir de ese momento se vivió una explosión de emigración hacia otros lugares de la Unión, pues sus ciudadanos ya gozaban de una plena libertad de movimiento, y esto colocó a búlgaros y rumanos durante varios años como las dos grandes fuentes de inmigración a la provincia de Burgos. Esto, sin embargo, ha cambiado.

Principalmente en el caso de los búlgaros, que en el último semestre de 2021 'solo' aportaron 49 personas al censo burgalés cuando en los momentos de mayor afluencia llegaron a superar los 250 en seis meses. Los rumanos también han caído y fueron 103 los que llegaron en la segunda mitad del año, frente a los 470 que se registraron en el mismo periodo de 2008, aunque ellos se mantienen más arriba en la clasificación de los principales orígenes.

Masivo origen cafetero. Lo llamativo es que ahora son dos países latinoamericanos y un africano los que más población aportan: Colombia, Marruecos y Venezuela, por este orden, copan el podium. El primero es especialmente llamativo, puesto que aportó 284 hombres y mujeres al censo burgalés. No es el récord histórico, pues entre finales de 2019 y principios de 2020 se registraron datos todavía mayores con 420 y 314 respectivamente, pero afianza la tendencia de que el país cafetero se está convirtiendo en la fuente de inmigración más destacada.

Acapara, de hecho, la mitad de todos los orígenes sudamericanos, que rozaron los 560 y en los que aparece en segundo lugar Venezuela. Los problemas políticos de esta república están detrás de las razones por las que miles de personas con esa nacionalidad han abandonado su tierra en los últimos años, y 114 de ellos se empadronaron en Burgos desde julio a diciembre de 2021, segundo mayor dato de toda la serie histórica tras los 2010 de finales de 2019. 

Entre medias de ambos aparece Marruecos. Es otro de los orígenes 'clásicos' en las clasificaciones migratorias de las últimas décadas en España. Destaca con enorme diferencia respecto a cualquier otro país africano y siempre ha aparecido entre los primeros puestos de la serie histórica que arranca en 2008, con un descenso entre 2012 y 2014 que afectó al conjunto de las nacionalidades y que se debió a la crisis económica que entonces asoló a todo el país.

Entre los diez principales orígenes de la inmigración solo figuran Italia y Portugal como países europeos. Además de los ya mencionados, el resto de puestos se reparten entre Perú, Honduras y Ecuador.

Jesús Aguirre y Rosi Trujillo. / Valdivielso

«Cuando escuchamos hablar de crisis decimos: venimos del futuro»

Ella era abogada, él era contable. Tenían tres niños y lo dudaron, claro, pero cuando les tocó vivir un racionamiento de la energía y la prohibición de comprar alimentos salvo determinados días en función de tu número de la célula de identidad supieron que tenían que marcharse.

Jesús Aguirre y Rosi Trujillo son un matrimonio venezolano con hijos de 20, 16 y 7 años que hace seis llegaron a Burgos en busca de un futuro mejor para su familia. Han tenido que trabajar de todo  pero no se arrepienten de su decisión y ahora están felices e ilusionados al frente de su propio negocio, el bar Chamos (antiguo Reno) situado en la calle Vitoria 204.

Tras lo que han vivido en su Maracaibo natal ninguna noticia sobre crisis presentes o venideras les asustan: «Vemos eso y pensamos que venimos del futuro porque esto ya lo hemos vivido», apuntan entre la broma y la advertencia. 

Sara León. / Valdivielso

«Solo un cambio político y social me permitiría volver a mi tierra»

Hace tres años y  medio, en marzo de 2019, Sara León llegó a Burgos con la referencia de una hermana que ya vivía aquí. Había grabado con su móvil unas manifestaciones que tuvieron lugar en su ciudad, San Felipe, y supo que el Gobierno estaba buscando a quien tuviese pruebas. Pasó meses haciendo papeleos, gestionando un asilo político, asesorada por las ONG le llegó un permiso de trabajo y tareas como camarera, de limpieza industrial, operaria y dependienta. Detectó una demanda de productos latinos en el entorno de la calle Madrid y este mes hará un año que montó su tienda de alimentación Montezuma. «Tengo esperanza de que mi país mejore, pero mientras tanto habrá que levantar otros. Quiero volver, pero solo lo permitiría un cambio social y político», relata. Por ahora se está arraigando a Burgos, a donde acaban de llegar otra hermana suya y su madre.