La carrera espacial en España ha comenzado... Pero para poner rumbo a las estrellas hay que decidir primero dónde sentar las bases para hacerlo, es decir, es necesario saber en qué lugar estará la sede de la futura Agencia Espacial Española.

El pasado 27 septiembre, el Gobierno inició el procedimiento para elegir este lugar y la polémica ya brilla cuál asteroide al entrar en contacto con la atmósfera. Desde el Ministerio de Ciencia se anunció que este proceso se realizaría teniendo en cuenta la desconcentración de las sedes del sector público para favorecer la vertebración territorial y que no se acumulen las oportunidades en un solo territorio. Hasta aquí la teoría que, sobre el papel, reluce. Ahora bien, la indignación llegó hace un par de semanas cuando se conoció el pliego de condiciones para hacerse con la sede de esta estelar institución con la que España se igualará al resto de países de su entorno, que ya cuentan con figuras y organismos similares para orientar y dirigir las estrategias y actividades en el ámbito del espacio.

Según el pliego del Ejecutivo, la futura Agencia Espacial Española ocupará un espacio de unos 3.000 metros cuadrados y se ubicará en un lugar que cuente con una amplia red de acceso a medios públicos de transporte, especialmente tren de alta velocidad y que se encuentre a menos de una hora de un aeropuerto internacional.

Ese aeropuerto internacional deberá tener conexiones con Bruselas y París, y preferentemente también con Ámsterdam, Toulouse, Roma y Praga, destinos que con más frecuencia visitará previsiblemente el personal de esa entidad, que el Ejecutivo quiere además que disponga cerca de un entorno hotelero y de un sector empresarial, educativo y universitario «dinámico».

Las condiciones parecen demasiado exigentes para la mayoría de los territorios nacionales, pese a que se hable de descentralización.

El Boletín Oficial del Estado publicó hace unos días una orden del Ministerio de Política Territorial en la que se fijaban estos criterios que tendrá en cuenta la comisión consultiva encargada de dirimir donde viajarán las naves espaciales y que, en principio, deberían aterrizar en el primer trimestre de 2023.

Con este pliego de condiciones, se interesaron para entrar en la puja los municipios madrileños de Robledo de Chavela o Tres Cantos, además de Teruel, Sevilla, León, Puertollano (Ciudad Real) o la comunidad de Canarias. No fueron los únicos. Poco a poco la lista ha ido sumando adeptos y se han incorporado Cebreros (Ávila), Ciudad Real (capital), Cabanillas del Campo (Guadalajara), así como San Javier (Murcia).

La Agencia Espacial Española requerirá inicialmente unos 70 empleados, entre funcionarios, laborales y puestos de alta dirección, según la orden publicada por el Gobierno, que calcula que ocupará unos 3.000 metros cuadrados, con varios espacios multifuncionales y capacidad para organizar eventos de hasta 250 personas.

RECURSO EN MARCHA. Estas condiciones no han convencido en gran parte del territorio por su evidente exigencia. «Ninguno de los territorios de la España Vaciada puede concurrir con estos requisitos», protestaba Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe, que ironizaba con que solo falta que exijan que haya playa.

Tanto es así que Aragón ha comenzado esta misma semana a dar los pasos previos para recurrir estos criterios. Así, envió un requerimiento al Ministerio de Política Territorial para que modifique las condiciones de la designación de la Agencia Espacial Española que frenan las aspiraciones de Teruel y reclamar la suspensión del plazo de 30 días para la presentación de candidaturas.

Como es evidente, otras ciudades no entienden tanto recelo. Una de ellas es Sevilla, que ya ha empezado a trabajar en el tema y asevera que no comprende la polémica que señala que las condiciones se han hecho a medida para la capital hispalense.

Está claro que Madrid cuenta con todo lo necesario para albergar la Agencia, pero el Gobierno niega que vaya a ceder a que se arraigue aquí, pese a que desde la Comunidad se tachó esta negativa como un agravio. De hecho, Isabel Díaz Ayuso ha solicitado en varias ocasiones que se prioricen «los aspectos técnicos sobre los políticos» y que no se excluya a Tres Cantos ni Robledo de Chavela de esta carrera por la conquista de la tierra desde la que se llegará al espacio.

En unas pocas semanas deberían ir despejándose las incógnitas para no perder el primer cohete que ponga rumbo a las estrellas.