«La FP se ha convertido en un objetivo de país»

C.M.
-

ENTREVISTA | Licenciada en Historia Moderna y Contemporánea y diplomada en Magisterio por la Universidad Autónoma de Madrid e inspectora de educación (Madrid, 1964), Clara Sanz lleva desde 2020 en el cargo. Anteriormente fue directora general de FP

Clara Sanz López, secretaria general de Formación Profesional. - Foto: Jesús J. Matías

Jornada maratoniana de la secretaria general ayer en Burgos para explicar la nueva ley de Formación Profesional. Participó en un seminario organizado por el sindicato CCOO y luego en un encuentro en la FAE con empresarios para explicarles el importante papel que tendrán a la hora de que los estudiantes realicen prácticas. 

La formación profesional se ha visto como el camino a seguir por los estudiantes con dificultades académicas, ¿ha cambiado esa visión?

Sí. La Formación Profesional como esa vía de segunda era muy característica de España, algo que no pasaba en otros países europeos. En la actualidad, al menos la mitad o el 60% de los puestos de trabajo va a requerir técnicos superiores de FP y no tenemos suficientes. Por eso todas las empresas demandan este tipo de profesionales y estos estudios se han convertido en la puerta al empleo. De este modo, es una opción de éxito y de primer nivel. La FP no solo permite el acceso al empleo sino hacer un itinerario formativo que te lleva hasta la Universidad. Lo que es irregular es empezar por la Universidad y luego cursar un ciclo formativo para tener trabajo.

¿En qué medida estos estudios se adaptan a las demandas y perfiles que requiere el mercado laboral?

La Formación Profesional se ha convertido en un objetivo de país. Frente a una situación en la que hay desempleo, las empresas no encuentran profesionales para cubrir los puestos y ningún país puede permitirse ese desequilibro. Hemos hecho un esfuerzo enorme por ajustar las ofertas de formación a lo que necesita el mercado laboral y lo que tiene salida. Se han creado 29 nuevos títulos y especializaciones, -que son los másteres profesionales-, y revisado con las empresas el catálogo de las titulaciones anteriores para que no se pueda decir que la FP no responde a lo que necesitan las empresas. 

Todas las profesiones emergentes que se necesitan en el mercado laboral ya tienen su propia formación en cuyo diseño hemos trabajado conjuntamente el Ministerio de Educación y Formación Profesional y más de 300 empresas. Van desde fabricación inteligente, digitalización del mantenimiento, ciberseguridad, drones, realidad aumentada, centros de proceso de datos, vehículo híbrido y eléctrico... pero sin olvidar las profesiones tradicionales, dado que también nos faltan profesionales de la logística, conductores o instaladores de placas solares.

¿Cuál es la receta para que la oferta de las plazas en los ciclos formativos esté acompasada con los perfiles que se piden? Por ejemplo, en Burgos se demandan titulados sociosanitarios y faltan plazas y otros están abocados al cierre por el escaso interés de los alumnos como los vinculados a la madera...

La oferta debe responder a la demanda del territorio, tanto de las empresas como de los planes de desarrollo económico, y en función de ello formar a profesionales, tanto a los estudiantes como a las personas que están trabajando. Ese ajuste solo se logra si las administraciones trabajan codo con codo con los agentes sociales, con las asociaciones empresariales, la Cámara de Comercio o los sindicatos... Es cada sector el que puede decir los perfiles que se van a necesitar. 

El ajuste nunca va a ser perfecto, dado que la oferta debe estar en función de lo que necesitan las empresas pero la demanda por parte de los estudiantes depende de sus preferencias. Eso no es por casualidad y, por ello, debemos hacer un trabajo importante en orientación profesional desde etapas tempranas. Nadie elige formarse en lo que no conoce. 

También hay dificultades para cubrir las plazas de profesores...

Desde el Ministerio de Educación tenemos que revisar la profesión docente, desde el acceso hasta la carrera profesional. Hay que reconocer la tarea que hacen estos profesores. 

¿Se teme que no haya relevo generacional en algunas profesiones?

Tenemos un problema general de relevo generacional, no solo en profesiones tradicionales. No tenemos instaladores de placas solares pero tampoco de fontaneros o distribuidores de productos frescos. Las generaciones anteriores entendieron que el acceso a la universidad era la vía de éxito y ahora no tenemos que seguir haciendo lo mismo para una realidad que es completamente distinta. Solo el 13% de jóvenes en desempleo cuenta con una titulación de formación profesional. 

¿Cómo es la relación con las empresas a la hora de hacer prácticas? 

Magnífica. No hay formación profesional sin las empresas y estas necesitan de estos estudios para su mantenimiento. No somos conscientes de hasta qué punto estamos reinventando el empleo. 

¿Cuáles son las principales novedades de la nueva ley de Formación Profesional? 

Es una formación tanto para los estudiantes como para los trabajadores, acreditable y acumulable. Permitirá a una persona actualizarse en todo momento y será necesario una corresponsabilidad entre las empresas y los centros, que deberán trabajar codo con codo.