Andan preocupados en la Comisaría Provincial por una tendencia al alza de las peleas y riñas tumultuarias. Sobre todo lo están por el nivel de agresividad que muestran algunos jóvenes que, cuando salen de marcha, no solo se pasan con el alcohol, también con la violencia. La estadística de criminalidad explica demasiado bien esa inquietud en la Policía Nacional. Porque los delitos suben de manera generalizada, algo lógico tras dos años de restricciones por la pandemia. No es tan habitual, sin embargo, que las agresiones y reyertas se disparen como ha ocurrido hasta junio. Este tipo de infracciones se han incrementado más de un 60%.
Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, en el primer semestre del año se han contabilizado 89 delitos de este tipo por los 55 del año anterior. Pero es que, además, ha habido cinco homicidios en grado de tentativa, cuando en 2021 solo se contabilizó uno. Sin duda, lo más preocupante fueron las dos agresiones mortales que tuvieron lugar en ambientes nocturnos.
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