El centro de día de Oña reabre el día 16 a pleno rendimiento

S.F.L.
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El centro para mayores abrió sus puertas en 2013 y en menos de dos semanas la idea que manejan desde la entidad es volver a los horarios y rutinas de antes del inicio de la pandemia

El edificio se ubica en la carretera dirección el pueblo de Tamayo. - Foto: Patricia

El centro de día de Oña, el único de la comarca burebana, reabrirá finalmente las instalaciones el 16 de mayo con todos sus servicios operativos. Fuentes de la Fundación Castresana declaran que por el momento se han realizado cinco inscripciones, por lo que todavía quedan 19 de las 24 plazas de las que disponen libres. A lo largo de estos 26 meses de parón varios fueron los intentos de retomar la actividad pero el incremento de los contagios de coronavirus siempre lo imposibilitó.

El centro para mayores abrió sus puertas en 2013 y en menos de dos semanas la idea que manejan desde la entidad es volver a los horarios y rutinas de antes del inicio de la pandemia, por lo que funcionará de lunes a viernes de 9.30 a 17 horas. Los familiares interesados en solicitar información o realizar la reserva de una plaza deben contactar con la Fundación, bien por teléfono o a través de correo electrónico.

Con una sola planta y sin barreras arquitectónicas, el inmueble se diseñó a la medida de las necesidades de los ancianos. Consta de salas para la realización de tareas dirigidas, salón de televisión, comedor, enfermería y patio, y todos los talleres y actividades que la plantilla de profesionales que trabajaba ejecutaba con los mayores se retomarán, al igual que el servicio de atención sanitaria, las comidas, meriendas y el transporte, y el taller de terapia ocupacional.

Durante los tres meses que se alargó el confinamiento domiciliario en 2020 apoyaron a los familiares y a los 18 residentes que acudían a diario tanto en el aspectos psicológico como material, convirtiéndose en un punto importante en sus necesidades. No obstante, la clausura provocó que algunos de ellos hayan tenido que ingresar en residencias o trasladarse a otros centros más lejanos como consecuencia de un acelerado deterioro físico y mental.