«¡Me cuesta recordar un año en el que hubiese tantas cerezas y desde tan pronto!», afirma con rotundidad José, un vecino de Terminón, mientras señala unas ramas bien cargadas del fruto rojo. Este año los árboles apenas han dado tregua y todo ha ido más rápido de lo habitual. La floración se adelantó, con el riesgo que ello acarreaba, las lluvias y el frío no arrasaron con la cosecha, y las cálidas temperaturas de los dos últimos meses han acelerado el proceso. Los fruticultores del Valle de Caderechas preveían iniciar la campaña de recolección de la cereza durante los primeros días de junio, unas dos semanas antes que en otras anualidades, pero algunos comenzaron a llenar los baldes a finales de mayo.
Hasta el momento solo han madurado las variedades más tempranas, que corresponden con las que menos se cultivan en la zona, y ya se están entregando a los puntos de venta en tiendas y mercados de la provincia de Burgos y del País Vasco, expone Juan José Gandía, presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes de las Caderechas. A pesar de que la campaña de recolección ha llegado pisando el acelerador, «la calidad de la cereza viene exquisita porque lleva tiempo sin llover, un hecho que además frena los ataques de distintas enfermedades tanto en los árboles como en la fruta», aclara.
Este inesperado giro de los acontecimientos se ha dado en mayor medida en los pueblos situados en las áreas más bajas del Valle, como Cantabrana, Salas de Bureba o Bentretea. En los más elevados todavía faltan días para comenzar con la recogida. No obstante, siempre hay excepciones, y en el caso de José Ángel Acebes, productor de Oña, se lamenta de que «los pájaros no han dejado en sus fincas ni una sola cereza temprana, se las han comido todas». Por el momento, los labores en el campo se desarrollan poco a poco, y «acudimos a las huertas cuando el trabajo nos lo permite», afirma Gandía, que no será hasta el mes de julio cuando disponga de una plantilla de empleados contratados para dar a basto con la recolección.
Cabe destacar que en abril y mayo se registraron cambios bruscos de climatología y los expertos del campo esperaban lo peor, e incluso llegaron a pensar que realmente peligraba el futuro de los más de 50.000 cerezos del territorio. Sin embargo, no llovió tanto como anunciaban las previsiones y tampoco hubo que sentir heladas tardías, por lo que la cosecha apenas se vio afectada. Algunas flores se estropearon pero sin llegar a causar una pérdida irreparable en la misma.
Los frutales presentan un estado fuerte porque en la zona no ha habido sequía ya que en septiembre y octubre llovió bastante y ese agua fue absorbida, y los fruticultores consideran que viene «una cosecha muy buena y abundante». Aún es pronto para hablar de datos definitivos pero calculan que en esta campaña se pueden llegar a recoger más de medio millón de toneladas en toda el territorio, no solo bajo la Marca de Garantía, que en un año como este llega a superar los 200.000 kilos de cereza. La recolección se alargará, como viene siendo habitual, hasta los últimos días del mes de agosto, dependiendo del ritmo de maduración de las diferentes clases de cereza que se cultivan en toda la zona, por lo que los mayores admiradores podrán disfrutar durante todo el verano de este sabroso producto.
Redes sociales. Desde la Marca de Garantía de la Cereza y la Manzana Reineta del Valle de Caderechas pretenden impulsar ambos productos a través de las redes sociales, con el objetivo de llegar a un mayor número de público. Por ello, animan a las personas que compran el fruto a que publiquen las fotos de las cajas de cerezas con el hashtag #cerezasdecaderechas. También incitan a que los productores capten instantáneas de los árboles y de las fincas para que los usuarios puedan observar el desarrollo de la campaña.
La Feria, para el 3 de julio en Salas de Bureba
La nueva edición de la Feria de la Cereza del Valle de Caderechas se celebrará el 3 de julio, en esta ocasión, en Salas de Bureba. En los puestos, los visitantes podrán comprobar por sí mismos la calidad de la fruta producida en la zona. También estarán a la venta productos típicos de la tierra como aceite, embutidos, quesos, pan, miel, y hortalizas ecológicas.
Asimismo, desde la Marca de Garantía -organizadores de la Feria- prometen sorpresas «que todavía no pueden desvelar» y premios nuevos para los comerciantes, como al mejor puesto. Incluso anuncian que esperan que productores que trabajan con otro género se animen a participar.