Con el objetivo de conseguir unas fiestas seguras para todos, durante la semana que viene habrá, al menos, un Punto Violeta ubicado en los Jardines de don Diego para atender a posibles víctimas de pinchazos o cualquier tipo de episodio relacionado con violencia sexual. Así lo apuntaban los responsables del Ayuntamiento arandino y de la Subdelegación del Gobierno en Burgos tras mantener la habitual reunión previa al inicio de los festejos patronales en la capital ribereña.

El subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, puso el acento en que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado van a prestar especial vigilancia en estos casos, como ya sucediese durante la celebración de Sonorama Ribera, con un protocolo de coordinación que se demostró más que efectivo hace un mes. «Estamos haciendo hincapié todas las subdelegaciones en Castilla y León en que nos preocupamos especialmente por la sumisión química, que no deja de ser algo que está en el imaginario colectivo y que es motivo de preocupación para muchas mujeres jóvenes y para sus familias, abundamos en el trabajo de prevención con nuestras unidades de violencia con los Puntos Violenta a los que se podrá recurrir de forma inmediata y que hay un protocolo de los ministerios de Justicia y de Sanidad basados en el acompañamiento y la denuncia», insistió De la Fuente, remarcando la necesidad de que «todos seamos conscientes de que tenemos libertad absoluta para vivir la fiesta, nuestros jóvenes más todavía, y que están protegidas».

A lo largo de los nueve días que abarca el programa festivo, un total de 40 voluntarios de Protección Civil colaborarán en eventos como el Cañonazo, controlando los accesos a la Plaza Mayor para evitar que se introduzcan botellas de vidrio. Además, junto a los efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil, la alcaldesa de Aranda anunció que la plantilla de la Policía Local se va a ver reforzada a partir del día 14 con diez agentes más, que llegan para realizar sus prácticas en la capital ribereña.

Con este amplio dispositivo, que no varía en exceso de los desplegados en años anteriores, se buscará cubrir los 135 actos que componen el programa festivo, para que la vuelta a la normalidad no suponga ningún percance indeseado. «Tienen que ser unas fiestas, como no puede ser de otra manera, de regreso a la normalidad, pero también de regreso a la tranquilidad y a la convivencia absoluta: está todo preparado y espero y deseo que los ciudadanos lo pasen muy bien», anunció la alcaldesa arandina, Raquel González.