Vecinos la calle Norte asumen la limpieza del jardín de Adif

ARSENIO BESGA
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El céntrico terreno tiende a acumular multitud de residuos por culpa del botellón. La zona podría entrar en el plan municipal de cámaras de seguridad, pero todavía no se ha decidido

La zona está a escasos metros de la calle La Estación. / a.b. - Foto: A.B.

La calle Norte, situada a escasos metros del centro de la ciudad, adolece los infernales botellones cada fin de semana. «Les vemos consumir droga por las noches», lamentan los vecinos. Estos residentes temen la llegada del sábado porque son conscientes de que no podrán dormir. Y no solo eso. Los restos de bebida y residuos orgánicos se acumulan durante meses frente a sus portales. Por eso mismo, ellos se encargan de sanear la finca que tienen junto a su hogar.

«Pagamos 300 euros para que una vez al mes vengan a limpiar la hierba», comentan. Justo delante de sus viviendas, Adif posee un pequeño paraje que podría convertirse en un lugar agradable. Sin embargo, muchos inconscientes han hecho de él un retrete público. Los vecinos propusieron a la entidad pública soluciones, aunque esta cerró filas y expuso como única salida levantar un muro. «Así se convertiría en un callejón, es todavía peor», exponen los ciudadanos.

En elAyuntamiento de Miranda tienen constancia de la situación. De hecho, durante los últimos meses se ha incrementado la presencia policial. Con ello, se han logrado resultados bastante satisfactorios, pero jamás suficientes. «Si llamamos a las cuatro de la madrugada, igual vienen a las seis porque dicen que hay más avisos», denuncian los dueños de los apartamentos. «Aunque venga una patrulla e, incluso, les multe, al fin de semana siguiente vuelven», añaden. 

Ante la falta de eficacia de las medidas propuestas, a los propietarios se les ocurrieron dos vías posibles. Por un lado, cerrar la entrada a esa parte de la calle con una verja corredera. Si se implementara esta medida, solo los vecinos podrían acceder. «Quien entra a este tramo es porque vive en una de estas casas», argumentan. «El resto, dejan mierdas de los perros, botellas, papelinas, colillas, rompen partes de los portales», enumeran. No obstante, se trata de un espacio apto para la utilización pública y difícilmente podría privarse del acceso a otros mirandeses.

De ahí que tengan otra alternativa: poner cámaras de seguridad. «Estamos dispuestos a pagarlas nosotros mismos», exponen. Para conseguir instalarlas necesitarían el beneplácito de la Delegación de Gobierno. Es decir, tendrían que comenzar un trámite muy denso y largo. En cambio, si se incluyera la zona en el plan municipal de videovigilancia esto se evitaría. Por el momento, ese programa no está definido, aunque en el Consistorio no descartan la calle Norte como punto a incluir en ese texto junto con otros lugares conflictivos.

FIRME EN MAL ESTADO. «No hay ni una sola calle en la ciudad que tenga peor asfaltado», recriminan al departamento de Obras los residentes de la calle Norte. Lo cierto es que la vía cuenta con un firme de aspecto deplorable, con baches profundos y asfalto desgastado. «Igual no saben ni que existe», ironizan los propietarios, que ya tienen un sentimiento de hartazgo consolidado.