Cáritas Aranda atendió a 169 personas sin hogar en 2022

L.N. / Aranda
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El número de intervenciones, entre las que se incluye la gestión de alojamiento, pago de medicación o comida, aumentó hasta las 725. Solo un varón ha aceptado acudir a un hostal en las semanas más frías

La estación de autobuses de Aranda de Duero suele ser uno de los lugares donde se refugian quienes no tienen hogar. - Foto: L.N.

En estas semanas de frío intenso, las personas que no tienen hogar sufren aún más al no disponer de un lugar en el que protegerse y cuidarse. Conscientes de esta situación, en Cáritas Aranda han planteado a quienes más tiempo llevan en las calles de la capital ribereña que puedan resguardarse por las noches en un hostal. Sólo uno accedió durante el temporal que congeló medio país en el mes de enero. Más allá de las borrascas, la labor de esta organización se extiende durante todos los días del año. En 2022, Cáritas atendió a 169 personas sin hogar en Aranda, 156 hombres y 13 mujeres (el 8%).  

No obstante, el número de intervenciones resulta muy superior y, de hecho, ha subido respecto a 2021 hasta alcanzar las 725, ya que como explica Nélida González, trabajadora social de la ONG en la capital ribereña, una misma persona suele recurrir a este servicio hasta cuatro veces al año, mientras que quienes están de paso por la ciudad sólo acuden a Cáritas una vez. 

Entre esas actuaciones se incluye la gestión de alojamiento, comida, duchas, ropa, trámites o el pago de medicación. También ayudas económicas por un total de 1.093 euros, ya sea para costear billetes de autobús para desplazamientos por cuestiones judiciales, tratamientos médicos, peluquería e, incluso, el pago del alquiler a quienes «estaban en la calle y han empezado un proceso de integración social» o a personas que tenían un hogar y, de repente, «se han visto sin nada». González subraya que también se les ayuda para que no pierdan su casa mientras se gestionan otros recursos:«Cáritas tiene la rapidez para actuar mientras se coordina el resto». 

En líneas generales, la mayoría de los usuarios del programa de personas sin hogar son hombres, solteros, españoles y con estudios básicos. Desde la ONG detallan que en 2022 atendieron a 84 españoles, 54 europeos y 30 no comunitarios. En cuanto a la edad, la mayoría se sitúa entre los 36 y los 65 años. 

En ocasiones, llegan a Aranda procedentes de Burgos y después suelen continuar hacia Valladolid  u otras provincias de Castilla yLeón. No obstante, también hay varias personas que suman bastante tiempo en Aranda de Duero. Uno de ellos, por ejemplo, lleva desde 2017. Con todos trabajan la motivación bien para que regresen con sus familias o para que vayan a algún centro. Dentro del concierto con el Ayuntamiento se incluye la contratación de dos plazas en un hostal, donde las personas sin hogar pueden descansar, comer, asearse y ducharse. Si se necesitan más plazas por el frío o porque aparecen más usuarios, cabe la posibilidad de gestionar más espacio. 

Asimismo, Cáritas Aranda trabaja en coordinación con Burgos y Miranda de Ebro, donde las personas sin hogar cuentan con la posibilidad de utilizar un albergue y empezar procesos de integración sociolaboral. Sin embargo, tienden a rechazar esta opción. «Al final la decisión es suya, no les puedes obligar. Quizá lo que ellos quieren no coincide con las propuestas que reciben. Son perfiles un tanto difíciles, casi siempre tienen alguna adicción asociada, sobre todo, alcoholismo», indica la trabajadora social de Cáritas. 

El reto: la prevención. Ante estas circunstancias, desde la ONG resaltan la importancia de trabajar la prevención e intentar sensibilizar para que el coste de la vivienda no sea tan elevado o para que haya salarios dignos. «Hay que garantizar los derechos fundamentales», concluye González.