Cae la previsión hotelera de septiembre tras un verano flojo

B.G.R.
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La patronal cree que llegar al 75% de ocupación sería un buen dato, aunque lo habitual pasaba por superar el 80%

La afluencia de turistas en temporada alta ha sido menor de la esperada. - Foto: Luis López Araico

Una vez finalizado el mes vacacional por excelencia, los empresarios de hoteles han revisado a la baja sus previsiones de ocupación para septiembre después de vivir un verano que califican como «regular» y por debajo de las expectativas con las que iniciaron la temporada alta por la positiva evolución de las reservas que llegaron en mayo y junio. A la vista de lo ocurrido, el sector se daría por satisfecho si se consiguiera un 75% de media en el noveno mes del año, a pesar de ser un periodo muy favorable para la ciudad en el que, en condiciones normales, se superaba el 80%.

El presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos, Luis Mata, valora el pasado julio como «bastante mejor» que el de 2021 por un sencillo motivo; las restricciones por la pandemia se mantenían hace un año y apenas llegaban turistas extranjeros. No obstante, señala que las cifras podrían haber sido más satisfactorias si las sucesivas olas de calor vividas no hubiesen lastrado la llegada de turistas habituales o peregrinos. 

La última semana de julio la situación se volvió más optimista, aunque Mata sostiene que no se llegaron al alcanzar los niveles medios de ocupación del año anterior a la pandemia. De esta forma, contradice los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que situaban el número de pernoctaciones por encima del de 2019. «No se trata de cifras reales, sino de información recogida en un solo día», precisa.

El sector confiaba en agosto para recuperar sus expectativas de la temporada, aunque el hecho de no llenarse los hoteles durante las dos primeras semanas, teniendo en cuenta la celebración de la Vuelta Ciclista a Burgos, devolvió la incertidumbre respecto a su evolución. «Se esperaba que fuera mejor, pero esas previsiones se han caído», subraya Mata, quien asegura que la tendencia de la primera quincena se ha mantenido durante la segunda.

Es decir, alojamientos completos durante los fines de semana con peticiones de «muy última hora», por parte de viajeros en tránsito hacia otros destinos o su residencia, y plazas libres entre semana.

Con todo ello, el presidente de la patronal valora la ocupación media de agosto por debajo de la de 2021 y 2019 y la cifra en cinco puntos menos, con un 87% frente al 92%. Estos datos llevan a los empresarios a rebajar sus cálculos para septiembre, aunque tradicionalmente suele ser un mes con bastante movimiento turístico por la afluencia de peregrinos, la celebración de eventos como bodas y el arranque de las reuniones fruto de  la actividad empresarial. 

Ofertas. Las dudas de que esos pronósticos puedan cumplirse radican en la situación económica actual de inflación desorbitada. «Al cliente se le juntan los gastos que ha tenido durante las vacaciones con el elevado precio de los suministros, como la luz o el gas, y el de los carburantes», sostiene Mata, al tiempo que avanza que se intentará alcanzar ese objetivo de ocupación mediante el lanzamiento de ofertas que, según precisa, recogerán una leve subida de los precios, entre el 5 y el 6% frente al 20% que está asumiendo el sector, a costa de «reducir los márgenes».