4 tablas de La Cartuja vuelven a Burgos 185 años después

I.L.H.
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Las pinturas hispanoflamencas del maestro de Miraflores salieron con la desamortización y se exponen por vez primera vez en el Museo de Burgos cedidas por el Prado. Estarán 2 años, tiempo que la pinacoteca tendrá en Madrid a la Virgen de las Batallas

4 tablas de La Cartuja vuelven a Burgos 185 años después - Foto: Valdivielso

Las tablas pertenecieron a un retablo dedicado a san Juan Bautista en el monasterio burgalés y salieron de La Cartuja en 1836, tras la desamortización, probablemente hacia el Museo de la Trinidad y, desde allí, al Museo del Prado. Así que, después de casi dos siglos, esta es la primera vez que se pueden ver en Burgos cuatro de los seis cuadros pintados por el maestro de Miraflores, como se conoce al autor precisamente porque es su obra más destacada.

Las tablas fueron pintadas a finales del siglo XV, cuando se estaba visitiendo la iglesia de La Cartuja y su estilo encuadra perfectamente en la corriente hispanoflamenca castellana, con sus figuras alargadas, pliegues angulosos y el gusto por el detalle y la descripción histórica de la época.

Los cuadros representan cuatro escenas de la vida del santo, desde su nacimiento hasta que le cortan la cabeza y se han colocado en la planta baja del Museo de Burgos, frente a un sepulcro labrado por Gil de Siloé. Su exposición es, sin duda, un privilegio porque hasta ahora había que viajar al Museo del Prado para verlas. En cambio ahora, por primera vez en 185 años, pueden verse de cerca como parte del patrimonio burgalés.

Estas obras permanecerán expuestas hasta 2024, periodo de cesión estipulado con el Museo del Prado. Es el mismo tiempo que la pinacoteca madrileña tendrá en su poder la Virgen de las Batallas, una escultura de cobre dorado y esmaltado procedente del monasterio de San Pedro de Arlanza. La pieza fue adquirida en subasta por el Estado en el año 1997 y adscrita a la colección permanente del Prado, aunque desde entonces ha estado expuesta en Burgos. Ahora viaja a Madrid para que los expertos de la pinacoteca puedan estudiarla y restaurarla. Una vez concluidos esos trabajos, la obra regresará a Burgos.

Para contar la historia del maestro de Miraflores y la de otros autores contemporáneos y, de esta manera, conocer un poco más estas tablas, el Museo de Burgos prevé organizar una serie de conferencias el año que viene.