Sostenibilidad; posible y necesaria

B.G.R.
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El Rincón de Mamaluna y Pescados Vivar explican sus buenas prácticas en la venta de artículos para bebés y alimentación

Laura (derecha) e Isabel, en su centro de maternidad. - Foto: Patricia

Solo es necesario pararse a pensar un rato, tanto en el presente como en el futuro de las próximas generaciones. Iván Vivar lo hizo hace año y medio cuando descubrió la plataforma Too good To go, dedicada a evitar el desperdicio de alimentos, y Laura Lomas al decidir trasladar su filosofía de vida a una tienda. Ambos empresarios son ejemplos de buenas prácticas sostenibles, un campo en el que la Cámara de Comercio ha puesto especial énfasis a través de una campaña que pretende extender este modelo a los pequeños negocios.

Lomas abrió hace ya un lustro El Rincón de Mamaluna, un centro  de maternidad especializado en sistema de porteo y retención infantil en los vehículos. Informan, asesoran e instalan las sillas en los coches, pero además ofrecen una amplia gama de productos que tienen en común su respeto por el medio ambiente. Mochilas de plástico recogido del mar, platos de bambú, baberos y bolsas reutilizables, juguetes artesanales, pañales de tela, jabones ecológicos, toallitas de algodón... y una extensa lista de artículos que también comparten en muchos casos su origen en la producción local y nacional.

«Los comienzos fueron difíciles porque igual no se entendía el concepto», reconoce esta empresaria desde la satisfacción de que, una explicado, los clientes volvían a la tienda. En su negocio apenas se generan residuos. Prácticamente todo es cartón y reciclado el poco plástico existente. Ha trasladado su modo de vida al mundo empresarial, realizando también una labor de concienciación entre los consumidores porque «se trata del futuro de nuestros hijos», además de que ese múltiple uso se traduce en «un ahorro económico».

Iván Vivar prepara paquetes con el género sobrante del día.Iván Vivar prepara paquetes con el género sobrante del día. - Foto: Patricia

Por todo ello, valora de forma muy positiva la iniciativa de la Cámara de Comercio, que Iván Vivar califica de «necesaria». Pescados Vivar fue la primera en sumarse a la iniciativa que busca reducir los desperdicios de comida porque «da mucha pena tener que tirarla». Así que una hora antes de cerrar su establecimiento, elabora paquetes con distinto género que no se ha vendido a lo largo del día. A través de la plataforma Too good To go, los clientes pueden acceder a ellos por un precio un tercio inferior al habitual. «Cuestan 8,99 euros, que equivalen a 27 euros», precisa.

La respuesta de los consumidores, que solo tienen que acercarse a la tienda para recogerlos, está siendo muy satisfactoria y los pack se agotan en cuanto salen. Vivar no duda en que seguirá adelante con esta idea, a pesar de que reconoce que aún queda mucho camino que recorrer en materia de sostenibilidad, pero considera que estas prácticas suponen «pequeños» para avanzar en ese objetivo. «La gente tiene que saber que no podemos desperdiciar recursos porque estos son limitados», señala, sin dejar de recordar que las pescaderías burgalesas fueron pioneras en la gestión de residuos, que trasladan a un punto concreto donde los recoge una empresa y obtienen el certificado de un «correcto reciclaje».