Tras varios intentos este verano para adelantar su puesta en marcha, paralizada desde noviembre de 2019, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCyT) ha rebajado los requisitos del pliego de condiciones para sacar a concurso el tren turístico mediante la fórmula de autorización de ocupación de vía pública. El expediente ha recibido ya el visto bueno de la asesoría jurídica, después de algunas correcciones, y en estos momentos se encuentra en Intervención, con lo que la concejala de este área, Rosario Pardo, confía en convocarlo cuanto antes para que pueda estar funcionando en Semana Santa.

La concesión demanial será de dos años, con la posibilidad de prorrogarlo otros dos, y tan solo se recoge un vehículo de no más de cinco años de antigüedad, aunque Pardo precisa que las empresas que concurran podrán ofertar más unidades. Lo que sí que contemplan las bases es la obligatoriedad de circular en periodos mínimos del año. Así, se incluye toda la Semana Santa, los fines de semana, festivos y puentes de abril, mayo, octubre, noviembre y diciembre, y todo el verano, que comprende desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. En cuanto a los horarios, irán de 10 a 21 horas en invierno y hasta la doce de la noche en época estival.

La presidenta del IMCyT explica que el concurso saldrá por cero euros y serán las compañías interesadas las que aportarán su propuesta económica, así como cuantas mejoras del servicio consideren oportunas. En principio, el recorrido básico incluirá el casco histórico de la ciudad, mientras que se mantendrá la salida en la calle Asunción de Nuestra Señora. En este sentido, Pardo reconoce que su intención  pasaba por cambiar la ubicación de partida, ya que las empresas con las que se contactó en su momento consideraban que se trataba de un lugar poco visible, si bien y, según detalla, los informes de Movilidad no han sido favorables a dicha modificación para que pudiera localizarse cerca del Fórum.

Del nuevo servicio de transporte turístico lleva hablándose desde hace años. En 2018 se anunció un ambicioso concurso para la contratación de dos nuevos trenes y dos autobuses, aunque la empresa  que resultó adjudicataria renunció al contrato por no poder cumplir el plazo de tres meses para la puesta en marcha de unos de los trenes, que tenían que ser eléctricos y con cero emisiones. Hubo también que modificar el pliego para adaptarlo a la Ley de Transporte, por lo que finalmente se decidió que fuera de nuevo Duerotren la que prestara servicio por tiempo limitado, que culminó en noviembre.

A partir de entonces y con la llegada de la pandemia, los trámites se ralentizaron mirando ya hacia la Semana Santa de este año. Sin embargo, este verano hubo varios intentos de relanzar el tren al mejorar la situación sanitaria, pensando primero en vehículo moderno y luego de segunda mano. «No es fácil confeccionar un pliego de estas características», concluye Pardo.