El Burgos CF ha conectado con su masa social y la ilusión se ha desatado con la llegada del equipo al fútbol profesional. La afición está enganchada y el ambiente que se genera en cada partido que se disputa en El Plantío es la envidia de LaLiga SmartBank. Aunque esa simbiosis que existe entre el equipo y sus seguidores va más allá de los partidos de casa y cada semana se traslada al campo donde juega la escuadra burgalesista.

La marea blanquinegra ya se prepara para asaltar Ipurua. Se trata de un desplazamiento cómodo y cercano, a lo que hay que añadir que el partido se juega a una hora que también favorece el viaje de los aficionados. Las 308 entradas que mandó la SD Eibar se agotaron en unas horas y los seguidores burgalesistas están comprando entradas en otras ubicaciones del estadio armero, pese a que la entidad vasca no lo está poniendo demasiado fácil.

El equipo siente el apoyo de su hinchada allá donde va y es algo que una y otra vez agradece todo el vestuario, desde la plantilla al último miembro del cuerpo técnico. El domingo es complicado saber el número de blanquinegros que habrá en la localidad guipuzcoana, aunque a buen seguro que pasan de los 500. Todos ellos tratarán de aportar su granito de arena para que el combinado de Julián Calero haga hincar la rodilla al líder de la categoría.

No es una sorpresa que el Burgos CF cuente con los ánimos de un buen número de aficionados en su visita a Eibar. Hace dos jornadas en el estadio Gran Canaria alrededor de 100 gargantas trataron de que los burgalesistas no se sintieran solos y disfrutaron con la victoria ante la UD Las Palmas. Si eso ocurre en el viaje más largo, qué no puede suceder el domingo (...).

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