Este 2019 está siendo un año de mucho trabajo para Nano Lázaro, un artista que no ha dejado de trabajar en los más distintos escenario. Nunca mejor dicho porque, además de los encargos privados que recibe, la obra pública de este muralista arandino ha despegado de manera llamativa estos últimos meses. En su balance puede presumir de haber diseñado las inmensas lonas que cubrían los escenarios principales de Sonorama Ribera en su nueva ubicación del Picón, ha creado en directo el mural del stand de Aranda de Duero en la última edición de Fitur, aludiendo a la tradición y al futuro del vino en la ciudad, y se ha subido al escenario para hacer una de sus creaciones en directo mientras Shinova ofrecía alguno de sus conciertos en distintas salas de la geografía nacional.

Junto a estos trabajos, Lázaro acaba de completar su quinto trabajo en el barrio de Santa Catalina de la capital ribereña. Además del que decora la entrada del colegio homónimo, ya suma cuatro murales en distintos bloques de esta zona popular y trabajadora del urbanismo arandino, todos ellos bajo el auspicio de la Asociación de Comerciantes de Santa Catalina. El primero plasmaba su interpretación de la figura de la patrona del barrio, pasando después a interpretar el ‘Alma Castellana’, como tituló la imagen de una mujer joven ataviada con un collage de retales de los trajes regionales y tradicionales castellanos. En el inicio del verano dejaba su impronta en otra pared, que decoraba con el retrato de un viejo labrador y, ahora, siguiendo la temática de los trabajadores que ayudaron a dar forma a lo que es hoy la economía de la zona.

La idea de este último mural, que está ubicado en la esquina entre la calle Fernán González y la avenida Burgos, surgió tras recibir el apoyo económico de un patrocinador. "Cuando la Asociación de Comerciantes recibía la noticia de que desde el Grupo Gerardo de la Calle se ofrecía para sufragar uno o dos murales, porque les parecía una buena iniciativa embellecer el barrio, se les ocurrió que se podía hacer un guiño a esos emigrantes segovianos que vinieron a Aranda a ganarse la vida", reconoce Nano Lázaro.

El autor con Gerardo de la Calle (drcha.), protagonista de este nuevo mural en el barrio arandino de Santa Catalina. - Foto: DB

Así que escogió una fotografía con más de medio siglo en la que se retrata a Gerardo de la Calle, que venía desde su localidad natal segoviana de Navas de Oro hasta Aranda con su carro y sus tres caballos, Tordo, Rubí y la Pequeña, acompañado por Basilio ‘Michines’. De esa imagen a la actualidad, la labor de Gerardo de la Calle ha derivado en una empresa que da trabajo a más de 200 empleados.

En los once días que se ha tirado subido a la plataforma pintando, Nano Lázaro ha podido comprobar que este personaje todavía es muy querido en el barrio. "La gente me contaba sus recuerdos de aquellos tiempo, cuando Gerardo venía aquí con su carro, unos que le conocían, otros que habían trabajado con él, otros que los caballos eran muy mansos", relata el artista.

Aquí no va a acabar el trabajo de Nano Lázaro en esta zona de Aranda, ya que está trabajando en un quinto mural dentro del proyecto de la Asociación de Comerciantes de Santa Catalina. El lugar todavía no está decidido, ya que se está a la espera de conocer con más detalle qué bloques de viviendas van a mejorar dentro del proyecto del ARU, pero la idea la tiene más clara. "Pretendo jugar con un trampantojo, es decir, hacer un edificio en el que se le puede partir para meter un paisaje por medio y aprovechar las ventanas o balcones para que haya vecinos representados, estoy trabajando sobre eso", adelanta antes de tener rematado el boceto.