Excederse en la protección contra el virus es peligroso

F.L.D.
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Los expertos en prevención de riesgos laborales recuerdan que sobrepasarse con las medidas de seguridad puede ser perjudicial

Usar demasiado hidrogel puede provocar problemas en la piel. - Foto: Christian Castrillo

Recuperar la confianza ha sido el principal objetivo después de cuatro meses de confinamiento. Los agentes turísticos buscaban estrategias para atraer turistas, al igual que los comerciantes hacían lo propio con los consumidores. Por su parte, la industria reiniciaba su producción a golpe de inversión en seguridad para sus empleados. El miedo al contagio sigue siendo el peor aliado para todos, sobre todo en tiempos de rebrotes, pero protegerse en exceso puede ser contraproducente. Los expertos en riesgos laborales han visto desde el inicio de la pandemia cómo algunos empresarios, y también trabajadores, se exceden a la hora de tomar medidas de precaución y advierten de los peligros que conllevan estas conductas. 

Uno de los ejemplos más claros que han constatado en la Oficina Territorial del Trabajo es el uso excesivo de gel hidroalcohólico. Los desinfectantes de manos son muy útiles para asegurar la higiene en los centros laborales y también en las tiendas, pero al ser un producto inflamable conlleva unos riesgos. «Hay personas que para ganar confianza redoblan las medidas sanitarias recomendadas y eso no es positivo. En un comercio o una oficina, por ejemplo, está bien tener 5 litros, pero si tienes 300 se puede convertir en un problema. La sobreprotección tiene sus consecuencias», recalca Fernando de la Parte, jefe de la Unidad de Seguridad y Salud Laboral. 

Abusar del alcohol, reitera, tiene consecuencias negativas para la piel. Se han dado casos, añade, de personas que al encederse un cigarro o al estar expuestas durante bastante tiempo al sol después de echarse gel se han quemado las manos. «Las pautas están marcadas ante el riesgo de contagios, pero no se puede exagerar porque el resultado siempre va a ser negativo», insiste. 

Ocurre lo mismo con la utilización indiscriminada del ozono. Este producto fue una de las armas que utilizaron algunos responsables de comercios (y también los equipos de desinfección durante el confinamiento) para terminar con el virus en espacios interiores. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad se apresuró durante la desescalada a advertir sobre algunos de sus riesgos. Para empezar, los expertos no aseguraban que acabara con la covid-19. Además, puede provocar daños en los ojos, en las vías respiratorias y en la piel. 

«Es un gas que tiene sus propiedades para desinfectar, pero a concentraciones muy altas es perjudicial para la salud. La gente que quiere hacerlo bien está demasiado motivada y no controla ese tipo de situaciones», explica De la Parte antes de concluir. «A la hora de adquirir una máquina de ozono debemos informarnos bien de cómo se debe utilizar, sino, puedes estar ante una situación de intoxicación, que de hecho se han dado casos. Se ha trivializado el uso de los desinfectantes», lamenta. 

También las mascarillas, que son el símbolo de la lucha contra esta pandemia, se han empleado de una manera indebida, y no precisamente personas que han subestimado el poder de este virus, sino todo lo contrario. El jefe de la Unidad de Seguridad y Salud Laboral, quien ha tenido que realizar infinidad de informes sobre la trazabilidad de los productos que han ido llegando a España y que se han fabricado. A lo largo de estos meses, ha tenido que rechazar muchas porque no cumplían los parámetros de filtración de bacterias, pero también porque no transpiraban de manera adecuada. «Somos una sociedad que nos han enseñado a reutilizar. Nos dicen que podemos llevar un tapabocas durante cuatro horas, pero no nos la quitamos en semanas porque la vemos en perfecto estado. Eso nos puede generar otras enfermedades leves», puntualiza. Digamos que la covid-19 ha provocado que «pasemos de un extremo a otro», señala antes de concluir que «hay que relajar las medidas de seguridad o explicarlas bien para hacerlas más efectivas».