Conocer más sobre la figura de un mirandés que se convirtió en capitán general de Canarias, saber los entresijos de la fosa de la Pedraja o descubrir cuándo reapareció y cómo lo hizo Miranda en el registro histórico allá por el 1065. De estos temas y de otros siete se puede saber más gracias en los XXXV Estudios Mirandeses, un anuario publicado por la Fundación Cultural Profesor Cantera Burgos con la colaboración de la Diputación y del Ayuntamiento, con el que desde la entidad se mantiene su naturaleza académica enfocada a la investigación.
En este caso, el anuario vuelve a ser una "miscelánea" en la que se incluyen artículos que tratan aspectos sobre Miranda, pero como ya se ha hecho anteriormente, el campo de estudio se ha abierto al exterior si bien desde la Fundación tampoco esconden que por ser una entidad local "vamos a mimar" todas aquellas investigaciones que tengan a Miranda o a sus habitantes en el centro de la acción. Aún así con el cambio, el anuario se ha tenido que ampliar por lo que "los Estudios Mirandeses se abren al mundo", afirmó el director de la publicación Manuel Zabalza.
Por su parte se resaltó la importancia de los textos que se han incluido en esta publicación, que para la Fundación suponen "una ventana al exterior" con el que se mantiene viva la figura del Profesor Cantera, pero también se habilita un espacio en el que no se negocian "el respeto, la tolerancia y caben todas las opiniones". Esta es otra de las características que se quieren dar a este anuario, con el que la Fundación pretende establecer relaciones con otras entidades similares de las provincias limítrofes, como ya se hace por ejemplo con la Fundación Fernán González.
Fruto de esta vinculación se incluye en el anuario una introducción histórica de Isaac Rilova en la que se recuerda la figura de Íñigo de Brizuela y Urbina, un mirandés que fue capitán general de Canarias de 1586 a 1636. Un tiempo en el que el archipiélago era atacado constantemente por los piratas ingleses, ante los que se combatía por parte del capitán general.
Otro de los patronos que han colaborado en la creación de este anuario es David Peterson, de la Universidad de Burgos, del que se incluyen dos artículos. En uno de ellos se cuenta la reaparición de Miranda en el registro escrito en 1065. El nombre de la ciudad aparece en un "texto inédito y sin fecha, aunque datable a mediados del siglo IX", que fue encontrado en San Milán de la Cogolla.
El estudio de la población judía es otra de los aspectos que siempre ha caracterizado a la Fundación y por este motivo tampoco faltan las referencias a este pueblo, en concreto sobre la localidad de Villanueva de Judíos, una localidad cercana a Pancorbo que tuvo una desaparición "brutal".La Fundación explica que de los 300 ejemplares, 200 se sacarán a la venta en las librerías por un precio de 20 euros